Un vestuario de pasarela, no de gladiadores

Muchas divas y poco fútbol. En eso se ha convertido el vestuario del Real Madrid, con jugadores que preferirían estar viendo un partido de la NBA o disfrutando de un desfile de moda antes que disputar un derbi de Liga contra el Atlético. Si a eso le sumas el ego desmedido de ciertos futbolistas, pues ya tenemos el polvorín montado. Y ahora será el momento de ver si Xabi Alonso puede ser ese líder que necesita un equipo tan viciado como el madridista.

No lo tiene fácil el tolosarra. El cabreo de Fede Valverde se hizo palpable durante el ¿calentamiento? en la banda contra el Kairat. Manos atrás, cual jubilado, de un charrúa que se paseaba como si no fuera la cosa con él. Vinicius también ha tenido algún desplante con Xabi. Y no han sido los únicos. Hablamos de un vestuario que cree tener crédito infinito y que parece olvidar que vienen de una temporada paupérrima que costó el despido de Carlo Ancelotti. Caso aparte lo de Rodrygo, que ha impuesto jugar por banda izquierda y que lleva casi siete meses sin marcar gol con el Real Madrid. Y ahí está, jugando.

En la mano de Xabi Alonso está poder reconducir este vestuario de estrellitas para convertirlo en un equipo. Un vestuario que la temporada pasada fue humillado contra el Arsenal y el Barcelona, entre otros, y que hace menos de una semana avergonzó a todo el madridismo con una actuación indigna en el Metropolitano. Menos egos, y más trabajar.