España, en manos merengues

Rudy, Llull y Sergio Rodríguez cobran importancia de cara al aro. Junto a Marc, los merengues serán los artilleros de una renovada Selección. El Madrid es el equipo que cuenta con una mayor representación, a pesar de las bajas de Reyes y Mirotic.
16.08.2013 07:15 de  Alejandro López   ver lecturas
España, en manos merengues

El nuevo seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga, tendrá la difícil misión de mantener el alto nivel que la selección española ha demostrado en los últimos años sin dos de sus grandes estrellas como son Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, además de la importante baja de Ibaka y la renuncia de Nikola Mirotic.

La ausencia de estos cuatro nombres obliga a que los integrantes de la Selección den un paso adelante, sobre todo en lo que anotación se refiere. Un paso a cargo de los madridistas Rudy, Llull y Sergio que, unidos a Marc Gasol, tendrán que llevar el peso de los puntos.

El perímetro blanco, más que fiable

La variabilidad en las zonas de anotación es lo que más peligroso hace a los merengues que defenderán a la selección de baloncesto este verano. El lanzamiento exterior ha sido el principal valedor en materia de anotación en el equipo de Laso durante la pasada campaña.

Altos porcentajes desde más lejos del 6,75 con Rudy, Llull y 'El Chacho' como principales artilleros. La dupla balear ya eran una amenaza constante desde el triple, pero Sergio Rodríguez dio la pasada campaña clara muestra de mejoría, siendo con más de un 44% el mejor triplista blanco.

Además de la intimidación que exponen los madridistas desde lejos de la zona, la posición de 'triple amenaza' es otra de las bases que les facilita la anotación, bien en estático o bien en un baloncesto rápido como el que expone la Selección. La amenaza del pase, del tiro y de penetración han sido el santo y seña del conjunto de Laso, una filosofía que si Orenga decide adoptar, el trío de madridistas presente no tendrá problemas a la hora de abanderar vistiendo ahora de rojo.

En definitiva, el peso de la selección española de baloncesto vuelve a recaer directamente en las manos de los representantes madridistas, una buena ocasión para demostrar que la época dorada del combinado no ha acabado y que el relevo está garantizado.