Jaycee, raza blanca tirador

La cara de Scariolo en cuanto Carroll anotó dos triples consecutivos en el segundo cuarto lo decía todo. Y es que el norteamericano es con el balón lo que al panadero con el pan, en cuanto hace los primeros ya todo es coser y cantar. Y así fue, ya que nada más anotar los dos primeros triples, el escolta de Wyoming se fue a los vestuarios con pleno en el tiro de tres, siendo el gran culpable de que el conjunto de Pablo Laso se fuera del segundo cuarto con un parcial de 32 a 17.

El Palacio se frotaba las manos ante el espectáculo al que estaba asistiendo. Y, aunque entró en la rotación en el tercer cuarto, su muñeca parecía haber estado tirando desde el banquillo. Una vez dentro de la pista, Carroll seguía a lo suyo, moviéndose de un lado a otro de la pista, al igual que una pelota en un partido de tenis. La defensa baskonista, atónita, sólo podía observar cómo se escapaba para, una vez cogido el balón, levantarse y anotar en movimiento.

Carroll mata el partido

Si no lo había hecho ya en la primera mitad, en los dos siguientes cuartos el norteamericano se encargo de poner punto y final a un partido muy bien planteado por el Madrid. Con un Palacio rendido a su juego, el bueno de Jaycee se fue con 25 puntos -100% en tiros de dos y de uno y 7/12 desde la línea de tres-, 3 rebotes y 24 de valoración, siendo la figura del Real Madrid y el máximo anotador del partido junto a Tibor Pleiss. Y es que Jaycee, ante el Laboral Kutxa, fue más que amor sobre el parqué del Palacio.

La actuación del norteamericano no extrañó a nadie, mas sí asombró, y es que el escolta blanco ha comenzado la temporada a muy buen nivel, y ya en la pretemporada mostró un tino digno de admirar. Ahora sólo queda que Carroll, al igual que el resto del equipo, mantenga el nivel mostrado hasta ahora, y así lograr que la idílica sensación que el juego del conjunto de Laso genera sobre la afición merengue no cese.