Lanzados a por la Copa
El Real Madrid, a falta de dos partido, llega con la autoestima por las nubes. La derrota contra el CSKA ha quitado cierta presión a una plantilla que era consciente de que la primera derrota de la temporada llegaría. Mejor que llegue en el Top 16 que no en la Copa del Rey.
Aunque los ánimos de los chicos de Laso parecían llevarse un duro golpe tras la derrota frente al CSKA, la verdad es que la plantilla se ha recuperado de una forma sobresaliente de dicho bache, si es que lo hubo. El partido frente al Unicaja sirvió para refrendar nuevamente las aspiraciones de los blancos, manteniendo inmaculada la racha de triunfos en el campeonato doméstico.
Pasadas ya 17 jornadas de Liga y quedando solo el CB Valladolid como escollo antes de viajar a Málaga, los blancos parecen Hércules al lado de los demás equipos. Ninguno ha dado atisbo de mera superioridad frente al cuadro blanco cuando este ha mostrado un nivel simplemente óptimo. Sin mencionar por supuesto cuando han estado sobresalientes, que entonces el partido se ha transformado en un entrenamiento de nivel.
Si bien es cierto que la mayor fiesta del baloncesto de nuestro país posee un embrujo especial, aumentado esta ocasión que viaja a la tierra del sol y del boquerón, dónde cualquier hecho puede suceder, con el Madrid el cuento parece estar prácticamente escrito.
Muy mal se tienen que dar las cosas para que los de Laso no se tomen la revancha tras el apocalíptico partido vivido la pasada campaña frente al Barcelona derrota merengue tras dos prórrogas- . Si el cuadro blanco despliega un baloncesto dinámico, certero y con esa salsa de show que se encarga de poner Sergio Rodríguez, la Copa del Rey volverá a Madrid más que orgullosa de su héroe, un equipo que aspira a leyenda viva de este deporte.