Reinvención a la milanesa
Muchas caras nuevas en el conjunto milanés con una apuesta clara por la juventud italiana y por el entrenador de moda en el país transalpino: Luca Banchi. Lo más positivo del primer tramo de temporada. Lo negativo, la lesión de Samardo.
El nuevo proyecto del equipo italiano está engrasándose, y prueba de ello es su segunda posición, empatado con el Anadolu Efes, en la fase de grupos. No lo está haciendo nada mal pese a que la renovación ha sido importante, empezando desde el banquillo. Sergio Scariolo puso fin a su etapa en Milán, siendo sustituido por el joven talentoso Luca Banchi. De momento, le está costando arrancar, sobre todo en la Lega A, donde se encuentra en la séptima posición.
Además del cambio en el banquillo, la salida de grandes nombres en el poste como el de Ioannis Bourousis o Antonis Fotsis ha dejado algo mermadas las opciones del equipo transalpino dentro de la zona. Samardo y CJ Wallace han sido su recambio, jugada que, de momento, les ha salido rana. Y es que Samardo estaba destacando por ser de los máximos anotadores del conjunto transalpino, pero estará apartado del equipo durante al menos seis semanas tras lesionarse ante Zalgiris. Mientras, Wallace no está respondiendo a las expectativas.
Algo tremendamente positivo del Armani son dos de los mejores jugadores jóvenes con los que cuenta Italia. Gentile y Melli son el presente y el futuro del baloncesto azzurro y poseen un peso tremendo en este Armani Milan.
Gentile forma, junto a Jerrells, una pareja casi perfecta en el puesto de 'uno'. Combinan un buen hacer anotador con una gran dirección del ataque. La otra promesa, Nicolo Melli, está mostrando una progresión admirable. Desde el Eurobasket, el joven alero italiano ha dado un paso al frente en Milán, aportando enormemente en la faceta reboteadora sin dejar de lado su buena mano desde la zona.
A pesar de tener este elenco de jóvenes estrellas unidas a todo un MVP como es David Moss, el Emporio Armani Milan parece carecer de la consistencia necesaria para dar ese paso al frente que tampoco pudo dar la temporada pasada, y meterse en el Top 16.
La estrella: David Moss
Desde el banquillo pero con incomparable protagonismo, David Moss es capaz de matar al equipo rival en apenas un cuarto. La triple amenaza es el principal santo y seña de un jugador tremendamente dinámico y físico, vital en el nuevo esquema de Banchi. Con una gran mano desde los cinco metros y un gran lanzamiento desde el perímetro, supera fácilmente la decena de puntos por partido, además de su gran aportación reboteadora. Si el Real Madrid consigue frenarle, las posibilidades de victoria para los merengues aumentarán considerablemente.