A Segunda no se asciende solo con la posesión
Si algo caracteriza al Castilla de Zidane es su vistoso juego. El galo aboga por un juego de toque, de cocinar la jugada desde la sala de máquinas, pero que no siempre da resultados. A veces se echa en falta un estilo más vertical
Desde que llegara al Real Madrid Castilla, Zidane siempre tuvo una idea clara: que la seña de identidad del filial madridista sería el juego de toque. Un juego vistoso, de esos de mantener la posición y mimar el balón. Una imitación del fútbol que el galo practicaba en su etapa como futbolista y que ahora ha querido extender a sus chicos.
Un estilo que levanta cada fin de semana a la grada del Di Stéfano, pero que no siempre vale para ganar los partidos. En encuentros donde el rival se encierra atrás se echa de menos otro tipo de variantes. Un juego más vertical con el que fabricar más ocasiones de gol.