Bale tiene un cheque en blanco con el Madrid

Bernabeudigital.com

Lo de Gareth Bale carece de justificación alguna. Un año de despropósitos e incendios fuera del campo alimentados por lesiones, falta de actitud, mayor predilección por el golf que por su profesión o capítulos sangrantes para los aficionados del club que le paga como el de la famosa bandera de Gales. Por no hablar de su constante abandono del Bernabéu en los minutos finales, lo que denota una falta de compromiso palmaria. Una maniobra que se mitiga con la exposición constante del argumento que dice que el reglamento del club lo permite, lo que más parece una maniobra para salvar la imagen de un jugador que ha demostrado una y otra vez que todo le da igual. Para más inri, todo ello se sazona con un discurso torpón de Zinedine Zidane desde el verano pasado. Arrancó en Nueva Jersey con su "si Bale se va mañana, mejor". Al final, la imposibilidad de cerrar una operación decente dejó al galés en Madrid. Cuajó un inicio de campaña salvable, pero todo se diluyó poco tiempo después hasta ahora. 

Las palabras del técnico marsellés no son acorde a los hechos, y es que el '11' ha estado ausente sin motivo aparente en los compromisos de La Romareda, el derbi y la infausta visita de la Real, entre otros tantos. En la rueda de prensa de hoy, nuevamente un discurso condescendiente con el ex del Tottenham, donde parece que todo vale. El Real Madrid y sus seguidores están pagando una hipoteca muy alta por el profundo error de su entrenador en la pretemporada. Desde entonces, todo se le permite al atacante y a su agente, que a costa del club blanco están viviendo 'a pata suelta' -y nunca mejor dicho-. Con el mercado ya cerrado y sin ningún ingenuo que abone una cifra jugosa por el extremo, al Real le toca tragar, pero el discurso artificial y maquillado de Zidane no ayuda porque aquí no vale todo.