El escogido para poner fin a la 'bbC'
En un arranque de temporada, sencillamente, extraordinario consiguió enamorar por completo al madridismo. Todo el mundo pronosticaba que estábamos ante una año clave para el jugador balear. Sus grandes goles ante el Barcelona en la Supercopa de España y la capacidad de echarse el equipo a la espalda, como demostró ante el Valencia, evidenciaba un enorme salto cualitativo. A partir de este momento, la campaña de Marco Asensio había sido de más a menos. La sequía goleadora que reinaba en el equipo hace unos meses también se apoderó de él.
En su defensa, la falta de continuidad que le privó de mantener su idilio con el gol. Casi dos meses sin ver puerta terminaron en el momento en el que Zidane le brindó dos titularidades seguidas (Eibar y Fuenlabrada) que fueron aprovechadas con un par de goles. En dos de las derrotas más dolorosas de este curso (Girona, 2-1 y Tottneham, 3-1), no fue de la partida desde el inicio.
Sus detractores podrán argumentar que fue uno de los protagonistas en la eliminación ‘copera’ y que, durante un tramo de competición, su rendimiento no pedía a gritos ser pieza clave en el equipo blanco. La realidad es que, a día de hoy, su estado de forma es superlativo. Vuelve a brillar y lo hace en un tramo decisivo para las aspiraciones del equipo.
Anoche, tras ser clave desde el banquillo ante el PSG, obtuvo el premio de la titularidad y lo agradeció con un doblete. Ya es, con diez tantos, el segundo máximo goleador del Real Madrid esta temporada. Sólo Cristiano Ronaldo le supera en esta faceta. El fútbol son momentos y ahora ha llegado el de Marco Asensio. Zidane lo sabe y debería de aprovecharlo.