Genios locos, luchadores natos, felices cuerdos e inútiles irónicos
El Real Madrid es el club más importante del mundo y como tal, tiene una repercusión acorde a su grandeza. Haga lo que haga, presidente, entrenador o jugador están en el punto de mira. Para bien o para mal, todo será valorado y juzgado sin aviso previo. Una presión que solo unos pocos pueden obedecer durante un largo tiempo.
Zidane llegó al puesto de entrenador, después de perder con el filial y en un estado crítico del Real. Benítez había hundido a los jugadores y la afición acompañada por la prensa parecía rival. El 0-4 del Barça en el Bernabéu había hecho mucho daño. Zidane con la humildad no tan presente en un ganador, hizo amigos, puso esfuerzo y dedicación. Lo revelaba Pepe el curso pasado, hizo al grupo buscar la Champions a través de la Liga, recuperar en confianza y aumentar en sensaciones.
Se ha ganado la Copa de Europa. la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Va camino de ganar la Liga después de muchos años y como poco, los blancos buscan final por séptima vez consecutiva en la Copa de Europa. El dato que demuestra la grandeza de este equipo y el crecimiento de los últimos años. Gente como Ancelotti o Zidane, humildes, tranquilos y con muchas ideas, lo que se le conocen como genios incomprendidos. Han construido un bloque de luchadores natos. 24 titulares. Todos con minutos, han aportado rendimiento para el titulo liguero y la buena salud del equipo a estas alturas. Mientras de puertas para afuera siempre habrán felices cuerdos e inútiles irónicos. Ya lo avisaba Santiago Ramón y Cajal: "Las grandes obras las sueñan los genios locos, las construyen los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos y las critican los inútiles irónicos".