Nada que celebrar en el derbi

Me sorprendió muy negativamente la satisfacción que mostraron tanto Zidane como Benzema después del empate en el Wanda Metropolitano. Da la sensación de que el punto cosechado en el derbi se da por bueno en el Real Madrid, cuando no debería ser en ningún caso nada para celebrar por varias razones.

Primero, porque el club blanco está obligado a ganar siempre. Si el Real Madrid ha llegado a convertirse en el equipo más laureado de la historia ha sido, sin duda, por la ambición y el inconformismo tanto de la entidad como de la afición. Segundo, porque el empate no permite recortar puntos a un Atlético de Madrid que puede distanciarse a 8 puntos si gana el partido aplazado contra el Athletic. Sin olvidar a un Barcelona que esta semana ha 'robado' la 2ª plaza a los blancos, a los que les saca 2 puntos. Y tercero, porque ya son dos pinchazos consecutivos que alejan aún más las opciones de revalidar el título de LaLiga.

Así pues, llama la atención negativamente el conformismo mostrado tanto por el entrenador como por uno de los pesos pesados del vestuario al final del partido. Más aún cuando el equipo no empezó a "competir" el derbi hasta la segunda parte, más allá del escandaloso robo cometido por Hernández Hernández (sí, una vez más) al no querer señalar un descarado penalti por mano de Felipe.