Un Real Madrid ambicioso y un Barcelona llorón

Bernabeudigital.com

Real Madrid y Barcelona han demostrado diferentes formas de afrontar la adversidad. Los blancos han logrado reponerse cuando los daban por muertos hace un par de meses y ya son líderes de LaLiga -a la espera de lo que haga el Atlético de Madrid en el Benito Villamarín- y tienen un pie en las semifinales de la Champions League. En cambio, los culés 'lloran' cuando les vienen mal dadas, muchas veces sin razón.

Y es que si hay un equipo que no tiene razón alguna para quejarse ese es el Barcelona, que viene de atracar a mano armada al Real Valladolid hace solo una semana. Resulta increíble presenciar el circo que están montando por un penalti inexistente de Mendy sobre un Braithwaite que se desmayó dentro del área madridista con la clara intención de engañar al colegiado. Gil Manzano hizo bien su trabajo, y así lo demuestra el hecho de que ni siquiera la prensa catalana hable de 'robo'. Piqué y Koeman, sin duda, debieron ver otro partido. 

Porque cuando les hablen de los 'valors' del Barça, respondan ustedes con el vergonzoso espectáculo de Koeman con Ricardo Sierra, periodista de Movistar LaLiga. O hablen de cómo un jugador que estaba en la grada llamado Gerard Piqué bajó al césped al final del partido para recriminar al árbitro su actuación. En ese momento, nuestro querido Luka Modric por fin le dijo lo que el madridismo piensa: "A rajar ahora, eh". ¿Cómo no vamos a querer al croata?

Esa siempre ha sido la diferencia entre el Real Madrid y el Barcelona. Los blancos no lloran, sino que sacan su orgullo y luchan hasta el final, y así es como han logrado dar la vuelta a la situación en los últimos meses. Los blaugranas, en cambio, buscan excusas para quejarse de 'robos' imaginarios.