Zidane debe rendirse a la evidencia de una vez por todas
Otra comparecencia de Mariano y otro gol para uno de los grandes denostados en la agenda de Zinedine Zidane. No hay más ciego que el que no quiere ver. Incomprensiblemente, el entrenador del Real Madrid le tiene entre ceja y ceja, como pasó con otros tantos. Por desgracia, la confianza en Villarreal fue postiza porque el marsellés no tenía más margen de maniobra, y casi que el ex del Lyon tiene que agradecer que su superior no saliese con un falso '9' de inicio para evitar darle focos. Esa sí fue la curiosa maniobra para los minutos finales, cuando con empate en el marcador echó mano de Asensio para acabar el partido sin referencia pese a no sojuzgar al marcador.
Con los otros dos puntas todavía fuera de combate, es posible que Mariano tenga ante el Inter otra prueba de altura para volver a cargarse de razones por las que debe jugar con más frecuencia. Con un poco de suerte, incluso puede cerrar su semana fantástica en forma de minutos si su competencia no está lista para la cita con el Alavés. El punta es tan peculiar como su origen y en estos momentos en los que la red contraria es terreno yermo para el Real Madrid, Mariano es ese verso suelto que ofrece una garantía de remate constante, ese '9' puro que teniéndole varado en plantilla se ha estado buscando fuera durante mucho tiempo. Se le repescó a petición de Lopetegui siendo un martillo pilón en la Ligue 1, pero como ahora esto va más de arrebatos de orgullo de los técnicos que de méritos del jugador, apenas se le ha visto e incluso se le ha invitado a marcharse en varios mercados. La cruda realidad dice que aunque siga reivindicándose cada vez que pueda, parece que no cambiará un ápice el escalafón de preferencias de Zidane, pero eso solo demostraría que el problema habla francés y que le haría un flaco favor al club, pues seguiría anteponiendo su criterio a los intereses del Real repitiendo sibilinamente que cuenta con todos.