James y el curioso caso de 'un mago algo vago'
Pasan los días y, cómo ya avisó Zidane, James Rodríguez sigue y parece ser que seguirá en el Real Madrid hasta verano. El colombiano dio a conocer tras la final del mundialito de clubes su incómoda situación en el equipo debido a la falta de minutos. Con aquellas declaraciones surgieron numerosas incógnitas como por ejemplo si el técnico estará siendo justo con él, o si se merece la suplencia.
El descubrimiento de Casemiro como ancla y cerrojo en el centro del campo hizo desaparecer la figura de un interior talentoso en el esquema principal. Kroos era antes quien desempañaba la función que ahora ocupa el brasileño, con Modric y, normalmente, con Isco o James más adelantados en las labores de creación y desocupados de tareas defensivas. A día de hoy, el triángulo Casemiro-Kroos-Modric es innegociable cuando los tres están bien. Equilibrio, contención y clase. ¿Es por tanto James una víctima? Respuesta: No lo creo.
Sin esfuerzo, no hay recompensa y el fútbol, como cualquier deporte, es prueba de ello. El colombiano no hace por pelearse un puesto como titular o por lo menos eso parece. Muy cuestionadas sus actuaciones de esta temporada. Solo cuatro partidos saliendo de inicio en liga y un estado de forma cuestionable. No está rindiendo al nivel que demostró en su primer año en el club madridista en el que anotó 13 goles y repartió 13 asistencias y tanto la afición como el mismo entrenador parecen haberse hartado. ¿Es entonces James un verdugo? Respuesta: Tampoco lo creo.
¿Qué le ocurre entonces? Analizando al futbolista en cuestión llegamos a la conclusión de que estamos ante el conocido y curioso caso de 'un mago algo vago'. Talento a raudales, pero bajo la ley del mínimo esfuerzo.