La maldición del 10, un dorsal de éxitos y fracasos en el Real Madrid
¿Qué tienen en común Pelé, Maradona, Kempes, Totti, Zico, Roberto Baggio, Platini o Zidane?
Son algunos de los mejores jugadores de la historia del fútbol, y todos ellos lucieron, ya fuera en sus clubs o en sus Selecciones, el 10 a su espalda. Sin embargo, ese dorsal ha traído éxitos y fracasos a los jugadores del Real Madrid que lo han portado en las últimas décadas.
Históricamente el 10 se identifica con Ferenc Puskas. Cañoncito Pum jugó 262 partidos en el Real Madrid, metiendo 242 goles y ganó tres Copas de Europa y cinco Ligas. Tras él, otros jugadores como Velázquez o Martín Vázquez lo lucieron con habitualidad. Sin embargo, no fue hasta la temporada 95/96 cuando en la LFP se fijaron los dorsales.
Michael Laudrup fue el primer propietario oficial del 10 del Real Madrid, tras él tomó el relevo Clarence Seedorf. El holandés jugó en Concha Espina durante tres temporadas (1996-1999), contribuyendo a ganar Liga en su primer año, la Séptima en el segundo y la Intercontinental en el tercero. Pese a dejar huella en la afición blanca, los mejores años del holandés se disfrutaron en San Siro como jugador del AC Milan.
Tras uno de los centrocampistas más duraderos de la historia, el 10 estuvo en poder desde 2000 hasta 2005, de uno de los mejores extremos que hemos conocido, Luis Figo. Procedente del Barca, el portugués deleitó a la afición blanca con su desborde, sus regates y sus centros. El primer galáctico puso rumbo al Inter de Milán, tras ganar dos ligas y una Copa de Europa.
Después de Figo, los propietarios del 10 han dado una de cal y otra de arena en el Real Madrid.
Tras un debut prometedor, todos recordamos su primer partido en Cádiz, Robinho (2005-2008) no estuvo a la altura de lo que se esperaba de él, le pesó mucho el cartel de ser el nuevo Pelé, y fue traspasado al Manchester City por 43 millones de euros.
Posteriormente, el 10 lo portó Wesley Sneijder (2008-2009). Las lesiones, su falta de adaptación a Madrid y la llegada de otros cracks al equipo provocaron su salida al Inter de Milán. Tras él, Lassana Diarra (2009-2011), incomprensiblemente usó el 10 durante dos años porque no había más dorsales disponibles.
Pese a que Ozil llevó el 23 en su primera temporada como madridista; se puso el 10 de los merengues desde 2011 a 2013. Su calidad hizo que el Bernabéu lo ovacionara, pero su irregularidad y la necesidad del club por ingresar ante la compra de Gareth Bale hizo el alemán fuera vendido al Arsenal por 47 millones de euros, record de venta entonces para el Real Madrid.
El actual portador del 10 es James Rodríguez, en la disciplina blanca desde 2014. Su primera temporada encandiló a la afición, pero cayó en desgracia primero con Benítez y luego con Zidane y se ha convertido en un jugador de relleno.
Si James sale del Madrid, todo apunta a que será traspasado este verano, la próxima temporada el 10 lo lucirá otro jugador; quizás Mbappé o Marco Asensio si cambia de dorsal, recordemos que su cuenta de Twitter es @marcoasensio10. Sea quien sea, esperemos tenga más suerte que los últimos propietarios del número 10 del Real Madrid.