Luis Enrique se arrodilla ante Messi y Piqué y nos miente a todos
Luis Enrique no es un entrenador que caiga bien a la prensa ni, en general, a los aficionados. Es cortante, antipático y en ocasiones maleducado con los periodistas, aunque no se le reprocha su falta de cercanía -eso es una cuestión personal-, sino su falta de talante. Sin embargo en las últimas semanas Luis Enrique hizo algo que merecía, al menos desde mi punto de vista, un reconocimiento: se desvinculó totalmente de la absurda pataleta infantil de los jugadores del Barcelona -liderada por Messi y Piqué- contra los árbitros. Independientemente de si han sido perjudicados en los últimos partidos (es evidente que sí), la actitud de la plantilla ha estado muy lejos del nivel profesional e institucional que se le supone a un club como el Barcelona.
Decía lo de Luis Enrique porque me sorprendió gratamente que soportara la presión de Messi y compañía y les llevara la contraria, junto al club, en este lamentable suceso. Más aun teniendo en cuenta que el asturiano no toma según qué decisiones porque ya sabemos quién manda en el vestuario culé. Pero esta vez Luis Enrique aguantó firme. E igual que le aplaudo por esta decisión, ahora hay que criticar que finalmente se haya plegado a los intereses de la plantilla cuestionando en rueda de prensa la actitud de los árbitros al mostrar tarjetas a sus jugadores. Dice Luis que "es una evidencia clarísima que mis jugadores son a los que más faltas les hacen y son los más sancionados".
Bien, el Barcelona es el quinto equipo de la liga que menos tarjetas amarillas recibe y el segundo equipo que más faltas recibe. Por no entrar a hablar de las tarjetas rojas y penaltys a favor de los últimos años. Pero ese no es el tema: el problema es que Luis Enrique, seguramente presionado por Messi y Piqué, se suma a la penosa campaña de los jugadores del Barcelona y que para colmo lo hace mintiendo sobre datos perfectamente comprobables. Estos son los 'valores' del Barcelona.