Un trueque Bale-Neymar es la mejor solución para todos
Si hasta la saciedad nos inoculan el mensaje de que un simple partido amistoso no puede servir para obtener conclusiones negativas, lo mismo deben opinar al contrario, y es que por muy buenos minutos que Gareth Bale completase ante el Arsenal, un encuentro de pretemporada nunca puede opacar lo de todo un curso o cursos anteriores. Gareth Bale no tomó el testigo de Cristiano Ronaldo en la 18/19 como líder del Real Madrid y el club blanco navegó a la deriva. Al galés se le firmó en 2013 y una de las condiciones irrenunciables y no escritas decía que debía convertirse en una de las cabezas visibles del club en las temporadas venideras, pero nada más lejos de la realidad. Sus problemas con las lesiones y su discutible adaptación al país son de sobra conocidos, como que después de más de un lustro no se digne a dedicar unas pequeñas palabras en español a sus aficionados. Indefendible tratándose además de un deportista de élite con una imagen que guardar.
Después del partido ante el Bayern en el que no disputó ni un minuto, su salida parecía inminente. Sin embargo, tras el duelo ante el Arsenal y la lesión de Asensio, su marcha parece haber pasado unos días en la nevera. El Real Madrid no debería perder el norte y sí evaluar los distintos horizontes que puedan presentarse por el galés, aprovechando el estatus que atesora para no liberarle de cualquier manera.
La semana pasada apuntaban desde Inglaterra un supuesto trueque entre el '11' blanco y Neymar, y observando el panorama, sería sin duda la mejor opción. Aún cuando el Madrid tuviera que ofrecer dinero en la operación, seguiría siendo el movimiento más jugoso y rentable para los blancos por diferentes razones.
En primer lugar, los clubes chinos no ofrecen ni un euro en concepto de traspaso por el británico, y es que la tasa de impuestos para extranjeros en el país oriental es prohibitiva para los equipos. En esas, el cuadro blanco se ahorraría el ingente sueldo que percibe el de Cardiff, pero no rentabilizaría su salida por un activo que aún puede rendir a buen nivel en otros lares.
Por otro lado, de culminarse un acuerdo con el PSG, todos saldrían ganando: en Madrid se desprenderían de un hombre cuyo ciclo en la capital española ha terminado, lo mismo que le sucedería al París Saint-Germain con Neymar, pues la situación de los dos jugadores es irreversible y tendrían la oportunidad de reencontrarse en otro gigante europeo. Concretamente, el Real Madrid daría un golpe de efecto al Barcelona arrebatándole esta vez a tan ansiado jugador e impidiendo que forme un frente de ataque demoledor junto a Messi, Griezmann o Suárez, y de paso en Concha Espina encontrarían a un nuevo líder deportivo que complementar con Eden Hazard. En la 'Casa Blanca' volverían a gozar de una ofensiva temible, y aunque el carioca no sea del gusto de gran parte de la afición madridista, puede ofrecer su mejor versión en el Bernabéu, donde volverían a disfrutar de puro espectáculo con un hombre asiduo en las destrezas de alzar al público de sus tribunas. Además, la colonia de jugadores paulistas que posee el Madrid con los Casemiro, Marcelo, Militao, Vinícius y Rodrygo facilitarían y mucho su temprana adaptación. Muchas ventajas al tiempo que acoplas a Gareth Bale.