Mijatovic: "No éramos favoritos y eso lo sabíamos. Estábamos acojonados. No llevamos ni champán"
El ex jugador del Real Madrid y héroe de la séptima, Pedrag Mijatovic, habló para el diario AS sobre la final de 1998.
Problemas físicos en Ámsterdam: "Fue una microrrotura fibrilar porque noté un pinchazo en la víspera y la pierna me dolía. Me entrenaba sin hacer esfuerzo, intentado disimular. Termina el entrenamiento en el Ámsterdarm Arena y dice Heynckes: “Tú, Hierro, Roberto Carlos, Raúl, Morientes… quedaros a tirar algún penalti”. Yo le dije: “No, no, no. Voy a marcar un gol y ganamos”. No porque no quisiera tirar sino porque estaba cojo. Tocado todo el tiempo menos cuando acaba el calentamiento del partido. Miraba si me dolía y nada. Jugué sin problemas. Era la psicosis de la final. Se me pasó el dolor, hice pruebas y estaba todo perfecto. Si se anuncia que yo tengo un problema muscular, Heynckes no me hubiera puesto. Lo supimos esconder muy bien y Pedro Chueca hizo un buen trabajo".
No favoritismo en la final del '98: "No éramos favoritos y eso lo sabíamos. Para convertir a alguien en favorito tienes que ver su trayectoria en los últimos años en la competición. Y nosotros desde 1981 no jugábamos una final de la Copa de Europa, así que no teníamos ninguna premisa para ser favoritos. Más bien estábamos un poco acojonados por dos razones: primero porque en la Liga hicimos el ridículo, acabamos cuartos. Y en cuanto a la Champions lo hicimos bien, pero era una final. Y segundo si veías la estadística de la Juventus venían ganando la Liga italiana y habían jugado tres finales seguidas en Europa, teniendo más experiencia y ganando una de ellas. Los pronósticos que hacían los personajes del fútbol eran a favor de la Juve. Teníamos un montón de cosas en contra y una a favor, que eran las ganas y el deseo de entrar en la historia del Madrid. Teníamos una buena oportunidad de salvar la temporada y de ganar la Champions. Y tener el billete para entrar en la historia del club más importante del mundo. Era la entrada para el Museo del Bernabéu. Que un día mis hijos o mis hermanas vendrán al Bernabéu y habrá algo de mí. Esa era mi obsesión".
No llevaron ni champán: "No teníamos preparado nada y nadie pensaba, ni jugadores ni gente del club, que había que llevar botellas de champán. Se portaron muy bien ellos y nos las cedieron. La Juve está hecha de grandes campeones. Me acuerdo en el pasillo de los vestuarios que un amigo de Suker se coló, no sé cómo, y quería hacerse una foto con nosotros. No existían los teléfonos y llevaba una cámara. En medio del pasillo, salió Peruzzi y este tío le dijo: “¿Nos podrías hacer una foto?”. ¡Y nos la hizo! Ahí me di cuenta de que era un fenómeno. Se portó bien, no sé yo que hubiera hecho si me la piden a mí tras perder una final".
PINCHE AQUÍ PARA LEER SU ANÁLISIS DE LA FINAL DE CARDIFF Y SU VERSIÓN SOBRE EL GOL DE LA SÉPTIMA