ANÁLISIS BD - Un Espanyol maltrecho, a inspirarse en el espíritu del Betis
Magullado y en la UVI aterriza el Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona al Santiago Bernabéu. El nuevo buque de Pablo Machín, de surtido currículum en España tras pasar por los banquillos de Numancia, Girona o Sevilla, no carbura. Poco o nada queda de aquel transatlántico que hace unos meses diseñó Rubi para asaltar la 7ª plaza y la correspondiente Europa League tras cumplir con los pronósticos en las rondas previas. Vivió su mejor temporada casualmente de la mano de un entrenador que también llegó entre la espada y la pared a Chamartín...y logró sobrevivir. Un punto milagroso (0-0) tras las estampidas del Real Madrid sostuvieron a los sevillanos, con un espíritu gladiador que tratará de emular Pablo Machín para prorrogar el crédito a su pellejo.
Con David Gallego cesado tras caer 2-0 en Son Moix, los blanquiazules obtuvieron un botín de 5 puntos en 8 jornadas, mientras que el actual técnico soriano ha cosechado 4 unidades en 7 envites. Un balance muy similar y que de no asaltar Concha Espina, se igualará si obtiene un punto. Diferente es la película en tierras del Viejo Continente, donde a falta de una jornada, los pericos ya son carne de Dieciseisavos como caompeones de grupo con 11 puntos, por los 7 del Ludogorets, 6 del Ferencvárosi y 2 del CSKA de Moscú. Probablemente, los escarceos con las citas nocturnas de los jueves supongan la mutación radical de un equipo novel en la práctica de rodar el balón cada cuatro días.
Con la marcha del mejor matrimonio que ha dado la entidad barcelonesa (Rubi-Borja Iglesias), ésta quedó huérfana y el nombramiento de Gallego, hombre de la casa, ya se preveía como una solución de urgencia, articulada para amortiguar la traumática explosión de sus bases. Con su cese, la llegada del castellanoleonés implementó un aerosol de oxígeno al abrazarse a su innegociable sistema de cinco atrás, librillo que abrió allá donde fue. La derrota contra el Villarreal se digirió con otro estómago, donde unos síntomas positivos recogieron su premio en el Ciutat. Athletic, Valencia y Atlético volvieron a hundir en el pozo a los catalanes, que ante el Getafe gozaron de una tregua que el irreverente Osasuna, que olió la sangre, no les concedió.
Ahora, llega el Bernabéu. Que el Madrid ya haya retirado los andamios en su juego y que allí no ganen desde la 95/96 son argumentos que minan la moral visitante, que se agarrará a las rotaciones blancas y a su necesidad imperiosa por aferrarse a la vida para soñar con el cofre del tesoro. Estará 'El Pirata', viejo conocido del madridismo e idóneo para tales menesteres. Como Diego López y la defensa de 5 para arroparse con esfuerzo ante el empuje local. Así empató el Betis hace solo un mes. Machín citará en el vestuario al alma verdiblanca, y no descarta descorchar el champán.