CRÓNICA - Benzema pone emoción a la Liga
Ennortado, flojo, pesado y desubicado salió el Real Madrid a jugar en el Wanda Metropolitano. Zidane sorprendió un poco con la titularidad de Rodrygo por Vinicius. El primero iba a jugar por la derecha para que Asensio pasara a la izquierda, que es donde mejor rinde, aparentemente. En cambio, la puesta en escena del Madrid no era para nada buena y mucha culpa tuvo el Cholo Simeone de ello. Todos esperábamos a un Atlético de Madrid encerrado desde el primer momento, aguantando el empate y tener contragolpes para poder marcar. Sin embargo, los locales salieron a la presión arriba y no permitieron al Madrid tener el balón, que pasó a manos de los rojiblancos.
Con la posesión en poder del Atlético llegó la primera ocasión de gol. Nacho salió mal a un balón dividido y dejó a la carrera a Marcos Llorente. El exmadridista sirvió finalmente un balón a Luis Súarez al espacio, que desde la derecha y con el exterior definió a la perfección. Jarro de agua fría nada más empezar. Lo peor de todo es que el equipo estaba partido. No tenía conexión con la delantera y ni Asensio y mucho menos Rodrygo funcionaban en ataque. Tampoco Benzema, recién llegado de lesión.
La primera ocasión de los blancos llegó en el 28. Un disparo de Casemiro desde fuera del área, que despejó Oblak sin mayor problema. Después llegó la polémica. En un centro, Felipe toca con la mano. Desde el VAR informaron a Hernández Hernández de que era penalti. El trencilla fue a la pantalla a verlo y después de un rato se negó a señalar la pena máxima. De forma incomprensible se estaba aplicando la International Board –reunión de hace unos días que pidió no castigar tanto estas jugadas–, pero a partir de este partido y no desde el 1 de julio, que es cuando debía comenzar. A pesar del más que probable penalti, el Real Madrid se fue al descanso con una mala sensación.
Las malas sensaciones volvieron en la segunda mitad. El Atlético salió convencido de que había que rematar al Madrid y Carrasco pronto tuvo una muy clara. Courtois se hizo grande y evitó el segundo gol de los locales. Unos minutos después, Suárez tuvo otra ocasión muy clara en el área pequeña y Courtois también paró el remate del uruguayo.
Zidane decidió meter a Valverde –para reforzar el medio– y a Vinicius –darle más profundidad en el ataque–. Los cambios funcionaron y el Madrid jugó algo mejor, aunque sin llegar a ocasionar peligro al Atlético. Los rojiblancos se metieron un poco atrás, quizá por la falta de oxígeno después del gran esfuerzo de los jugadores. Precisamente fue el centrocampista uruguayo quien disparó desde fuera del área, pero Oblak volvió a repeler. Después hubo una doble oportunidad para el Madrid. Vinicius dio un pase con el exterior al hueco, que dejó a Benzema solo ante Oblak. El francés remató el primero y el esloveno tapó el disparo, después en el rechace volvió a intentarlo y el meta volvió a despejar. Una doble intervención que permitía a los pupilos del Cholo respirar.
El Madrid poco a poco cogió el ritmo y el balón. Insistió e insistió hasta que finalmente encontró el gol. Lucas Vázquez vio a Casemiro desmarcado y el brasileño dentro del área amagó con disparar, pero Benzema estaba mejor posicionado. Engañó a Oblak, que cayó antes de tiempo y el delantero francés empató el partido a placer. Los blancos lograban el empate, de forma merecida porque ocasiones hubo para ello; y decepcionante para el Atlético por el esfuerzo realizado durante todo el partido.
Finalmente, con el gol de Benzema, el Real Madrid evita que se aleje de la Liga de forma casi definitiva y así pone más emoción a la clasificación. Nada está decidido todavía, pero pinta que la Liga estará cerrada en los últimos partidos del campeonato.