ACORDARSE DE CRISTIANO, ES LO FÁCIL
¡Y a mí que me suena todo lo que está pasando en el Real Madrid! Si echamos la vista atrás y repasamos lo que se decía y se escribía en anteriores temporadas, no creo que las expresiones y los comentarios, sobre el equipo blanco, fueran muy diferentes a los que se hacen en estos principios del mes de octubre. Hay crisis, el futuro del entrenador pende de un hilo, Benzema, Bale y alguno más ya no están para estas lides… nada que no se haya dicho en otros años a estas alturas.
Excepción hecha de las dos primeras temporadas de Mourinho, y la primera completa de Zidane, si por algo ha destacado negativamente este equipo, es por su irregularidad y malos resultados en estos primeros meses de competición. La tardanza en coger la forma, el exceso de confianza o el pensar que la temporada no empieza en agosto y sí en el mes de enero, han provocado que hayan sido muchas las ocasiones, en las que el Real Madrid ha dado la liga por perdida al llegar a las Navidades. Por lo menos y al contrario de otros años, el campeonato sigue igualado, la diferencia de puntos no es insalvable y el título no es un sueño inalcanzable aunque ello habría que apuntarlo en el debe del también flojo inicio de Atlético de Madrid y F.C Barcelona.
Acordarse ahora de Cristiano es lo fácil. Es evidente que la marcha de un jugador que se ha ido del Madrid batiendo todos los récords habidos y por haber, se tiene que notar. No hay en el mercado ningún futbolista de sus características, pero yo sigo manteniendo lo que dije este verano: este club está muy por encima de cualquier jugador aunque este sea de la dimensión mediatica y futbolista de Cristiano Ronaldo. El problema del Madrid no es el adiós del portugués. El problema y eso es lo que tiene que resolver Julen Lopetegui, es el rendimiento de hombres como Bale, Asensio, Benzema o incluso Ceballos, que tienen que dar un paso al frente no para hacer olvidar a Cristiano y sí para convertir un equipo que dependía ofensivamente de un jugador, en otro más coral que sobresalga por un equilibrio en defensa y ataque que quizás, en otras épocas, no ha existido.
Del momento por el que atraviesa Lopetegui, poco que decir. Su futuro lo marcarán los resultados y sobre todo la imagen que el equipo pueda dar en los dos partidos que restan hasta llegar al Clásico. Un traspié ante el Levante en liga o ante el Viktoria Plzen en la Champions, dejarían al entrenador madridista en una situación más que delicada aunque será el Clásico del 28 Octubre el que dicte sentencia. Hasta que llegue ese partido el técnico guipuzcoano tiene tres semanas para mejorar físicamente a una plantilla asolada por las lesiones y transformar, en ocasiones, el aburrido tiki-taka del que a veces abusa este equipo. Más que de gol, soy de los que piensa que de lo que realmente adolece este Real Madrid, es de oportunidades de gol. Sin ellas, con Cristiano o sin él, el equipo atravesaría, como ya pasó en épocas pretéritas, los mismos problemas por los que está pasando en este inicio de temporada.