Athletic - Madrid
Después del pinchazo del Barça contra el Valencia, el Madrid no podía fallar. Recortar puntos y dar un golpe encima de la mesa estaba en la tarea obligatoria del conjunto blanco. Y así se hizo, en parte, pese al sabor amargo del empate, aunque no de la mejor manera.
Sólo el Atlético de Madrid que no era líder en solitario desde el 96- ha podido ganar en el nuevo San Mamés, y lo hizo en Copa. El partido, históricamente complicado para el Real Madrid, no decepcionó. El Madrid, pese a no dominar el juego, estuvo firme defensivamente haciendo que Diego López no hiciera ni una estirada. En la segunda parte, tras el gol de Jesé a pase de Cristiano, el Bilbao se encontró con un gol de Ibai que acababa de entrar, tocando así su segunda pelota- que volvió a poner tablas en el marcador.
Cuando la trama del partido era imprevisible, Ayza Gámez entró en escena. Cristiano reclama mano, Gurpegui le golpea en el pecho, Ronaldo le responde, Iturraspe se lanza a por el portugués y le da un cabezazo. Resultado: Roja a Cristiano. Ojo, justa para mí, ya que golpea a Gurpegui aunque éste exagere. Pero, ¿por qué expulsa al madridista y no a Iturraspe, por su cabezazo? ¿Por qué esa jugada, la protagoniza Diego Costa cada fin de semana pero elevada a 1000- sin ser expulsado? Esa es la diferencia. Y eso no fue lo peor que hizo el árbitro valenciano, aunque sí lo más determinante; dejó a Ander Herrera sin amarilla incomprensible- aun protagonizando agarrones clamorosos que todos vieron, menos él. Y pitó el final del partido sin cumplirse el tiempo que él mismo añadió, haciendo que el Madrid no pudiera disfrutar de su última intentona con el equipo volcado arriba. Vamos, un desastre. Ahora queda por ver en qué queda la sanción por la "agresión" y las palmaditas en la cara de Cristiano una vez expulsado. Conociendo al árbitro, y al comité, sería raro que le cayeran menos de 3 partidos de sanción.
Viendo el lado positivo, el Madrid recorta e iguala a puntos -54- al FC Barcelona en la carrera por la Liga. Jesé, por su parte, aprovechó la oportunidad y marcó de nuevo para el Real Madrid, habiéndolo hecho en el Camp Nou, Mestalla y San Mamés, aumentando sus estadísticas a 5 goles y 5 asistencias en los más de 700 minutos que ha jugado, casi nada. Pese a encajar un gol, -el primero en 2014 y dejando atrás los 821 minutos de imbatibilidad- el Madrid de Ancelotti supera en su primer año la mejor racha de partidos sin perder (21) de los tres años de Mourinho.