Atrapado en el tiempo

Todos conocemos la película protagonizada por Bill Murray en la que despierta día tras día en un pequeño pueblo estadounidense en el que se celebra el Día de la Marmota. Pues el Madrid vive una situación parecida. Temporada tras temporada, como al actor americano con la marmota, surge un problema recurrente, los fallos a balón parado.

Los de Carletto llevan encajados cinco goles encajados de córner en mes y medio. El Atlético en la Supercopa, la Real Sociedad, de nuevo el Atlético en la Liga y, por último, el Ludogorets el pasado miércoles, han aprovechado la debilidad de los madridistas en los saques de esquina. Y lo peor es que no parece que la situación vaya a mejorar.

Lejos quedan aquellos los buenos tiempos con Mourinho en los que un córner en contra se convertía en gol a favor o, al menos, no les temblaban las piernas a todos los madridistas ante la posibilidad de sufrir un tanto en contra. En las últimas temporadas, la defensa blanca en estas jugadas son una feria en las que fallan todos, desde Casillas hasta Ronaldo o Bale.

Ya sea por falta de trabajo o de concentración, estos goles les pueden costar muy caro. O se centran o esta sangría de tantos a balón parado no cesará y, al igual que Bill Murray, cada vez que suene el despertador, vivirán una y otra vez el mismo día con los mismos problemas, quedando atrapados en el tiempo.