Autodestrucción

01.04.2014 00:00 de  Emilio Caballero   ver lecturas

Pitos; se escucharon muchos de ellos el sábado ante el Rayo en el Bernabéu. Los hubo para todos los gustos, sobretodo los orquestados por la prensa deportiva, en su mayoría la madrileña. Qué pena, sobretodo por el momento de la temporada en el que llegan. Parece que el Madrid marcha fuera de toda aspiración en cualquiera de las 3 competiciones, pero resulta que el equipo al que se le está pitando es finalista de copa, está a 3 puntos (y medio) del liderato en liga y es cuartofinalista de la Champions League.

¿Qué nos está pasando? ¿De verdad esos pitos son autónomos? ¿Seguro que nada de lo leído o visto en televisión ha influido en ellos? ¿Son realmente merecidos?

Cada temporada me parece más increíble el grado de derrotismo que podemos alcanzar cuando a las primeras de cambio algo sale mal. Está muy bien el ser exigente con un equipo que gana lo que gana y en el que se han invertido cientos de millones, pero se nos olvida que el dinero ayuda pero no gana títulos; los jugadores son humanos y de vez en cuando pueden fallar. ¿Qué importa si las grandes caídas vienen en los partidos clave de liga? Pensaba que lo importante eran los títulos, los resultados a final de temporada. Si acaso lo único que valen son los enfrentamientos entre los equipos importantes, propongo desde hoy mismo una mini liga entre Real Madrid, Atlético y Barcelona; al estilo Béisbol, con 4 partidos seguidos ante el mismo equipo. Ya nos aburrimos hace 3 años de tanto Madrid-Barça y volvería a ocurrir.

¿Acaso el todopoderoso y super humilde Barcelona no ha fallado en estadios asequibles como el del Valladolid o en casa ante el Valencia? ¿Acaso el Atlético no ha fallado ante Almería y Osasuna en partidos para olvidar? ¿Se les ha vilipendiado por ello? No, al menos entre los suyos. Entonces, ¿por qué nuestra capacidad de autodestrucción? Parece que no sabemos darnos cuenta por nosotros mismos que aunque seamos el mejor equipo de la historia, lo que necesitamos ahora es ganar títulos colectivos para volver a ser los mejores del mundo y dejar la palabrería barata.

Nos toca animar hasta el final a todos y cada uno de los jugadores que porten la camiseta blanca, aunque no sean santos y aunque no pasen el balón por ambición. Y por supuesto, mostrar nuestra indignación cuando sea necesario, en momentos puntuales, pero no cebarnos con los jugadores que, nos guste o no, serán los encargados de darnos las alegrías que tanto anhelamos. Mañana toca Champions y volver a estar al 100% con el equipo por lo que, si se me permite un humilde consejo: No leer prensa, ver fútbol.

Emilio Caballero
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Emilio Caballero
Periodista. Director y editor de USA Sport Passion. Amante del deporte de nacimiento y del fútbol sin disfraz. Manhattan es el reflejo de caos, orden, pasión, estrés y sueños, el espacio perfecto para escribir ante un folio en blanco.