Cuando Ceballos juega, el Real Madrid respira fútbol

Dani Ceballos vuelve a despertar un debate que parecía resuelto. Ante el Kairat Almaty quedó claro que, cuando está en el campo, el equipo juega distinto. Es de los pocos que sabe mover la pelota con velocidad y precisión, colando pases entre líneas que rompen defensas y liberan a compañeros como Güler, al que le exime de esa tarea de bajar a recibir para ayudar en la creación de juego. El utrerano no se esconde, pide el balón y lo hace circular, convirtiéndose en el mejor socio posible para los delanteros. Además, aporta intensidad en defensa, presiona y no duda en sacrificarse por el equipo.
Pero la pregunta es inevitable: ¿puede Ceballos ofrecer este nivel en los partidos grandes? En un club como el Real Madrid, no basta con brillar contra rivales menores. La verdadera medida llega en escenarios importantes como Anfield, el Camp Nou o una semifinal de Champions. Ahí se sabrá si está preparado para consolidarse como pieza clave o si seguirá siendo un jugador de rotación. El talento lo tiene. La cuestión es si dará el salto definitivo y Xabi Alonso apuesta por su él.
