El adiós más doloroso
El 7 de julio de 2014 quedará grabado a fuego en el corazón de todos los aficionados al fútbol. Alfredo Di Stéfano dio su adiós definitivo y pasó de ser una leyenda del fútbol a convertirse en un mito. En apenas 48 horas, el mundo del fútbol quiso dar su particular despedida a 'La Saeta'. No importaban los colores o las enemistades, simplemente recordar al que para muchos ha sido el mejor jugador de la historia.
Las muestras de cariño no solo han llegado de parte de antiguos compañeros o de jugadores del Madrid, sino que también vienen del eterno rival o de equipos e instituciones con las que el conjunto madridista no tiene una relación fluida. Sin embargo, esas enemistades han quedado siempre aparcadas cuando se habla de ciertos jugadores que lo han sido todo para el deporte rey. Porque ese fue Di Stéfano, un jugador capaz de cambiar el concepto de fútbol, de ser el estandarte de uno de los mejores equipos de la historia y de ganarse la simpatía tanto de sus aficionados como de los rivales.
Como es habitual en un jugador de tal categoría, a muchos les queda únicamente vivir sus actuaciones a través de vagos recuerdos de los mayores del lugar o gracias a las hemerotecas. Pero da igual, hayas visto en directo sus partidos o sea algo que te han contado, Di Stéfano va mucho más allá. Ni los numerosos títulos ni ser nombrado el mejor jugador del siglo XX hacen sombra a la verdadera imagen de 'La Saeta'. Don Alfredo es la bandera de toda una generación. Fue el primero en hacer verdadera magia sobre un rectángulo de juego. Fue el primero en liderar a un equipo y ser la mayor representación de fútbol que ha existido. Tras él llegaron Pelé, Maradona, Cruyff, Zidane, Messi o Cristiano, pero nunca hubo ni habrá nadie como él.
Estamos hablando de un jugador total, de alguien que abarca todas las facetas del juego, del que mejor controlaba un partido incluso sin ser el más destacado. Todos los rivales acabaron por caer rendidos ante sus pies. Su magia dominaba las mentes de los rivales y convertía a los más ateos. Por eso pudo con todos, por eso fue capaz de sobreponerse a todos los golpes de su vida. Lo hizo siempre con el Madrid en el corazón. Ahora, verá los partidos de Chamartín junto a Bernabéu y Juanito, maestro y aprendiz de 'La Saeta'. La 'Undécima' irá por tí, viejo.