El Madrid y el doble rasero
Arbeloa fue expulsado en el túnel de vestuarios por insultar al árbitro; Cristiano, en un acto de chulería, prepotencia y mal perder, lanzó una de sus botas al linier; Pepe dio un pisotón que casi quita la bota a su rival; perdón, perdón, perdón, que fueron Gabi, Arda y Mario Suárez. En realidad fue Ramos el que no vio ni amarilla por un paradón que evitó que el Atlético se pusiese por delante en el marcador y diese inicio a la jugada del 2-3 final; y el que dio mil volteretas en el suelo fue Marcelo hasta que se levantó como un resorte solo porque el rival le increpaba y que decir de Isco fingiendo que le habían dado en el centro del campo, pero no, tampoco fueron ellos, esas jugadas las protagonizaron Jordi Alba, hasta en dos ocasiones, y Busquets ¡sorpresa, sorpresa!
Esas fueron algunas de las jugadas que se pudieron ver en el siempre interesante y divertido para todo madridista Atlético-Barça. Resulta curioso que lo que contra el Madrid es intensidad, frente al Barça sea dureza y hasta violencia, o que lo que ante el Madrid es picaresca, contra el Atlético sea teatro. Estamos acostumbrados al doble rasero que existe al medir a los blancos y al resto, pero en el choque entre colchoneros y culés quedó demostrado una vez más.
¿Se imaginan lo que hubiesen puesto en sus portadas los diarios españoles y los de medio mundo si el que llega a lanzar la bota al línea hubiese sido Cristiano? Probablemente se hubiese tenido que ir de España, las tertulias hubiesen echado humo y se hubiera enjuiciado al luso por no dar el ya famoso ‘ejemplo a los niños’. Parece que los únicos que deben dar ejemplo son los jugador es del Real Madrid, los únicos que deben ser sancionados de forma ejemplarizante son los futbolistas merengues, una y otra vez el doble rasero actúa en detrimento del club blanco.
Ni esto es victimismo ni el Madrid necesita que le den una palmadita en la espalda, lo que necesita el Real Madrid y el madridismo es ver que sus jugadores y sus actuaciones son medidas de la misma forma que el resto, que el juicio de valores que hacen los profesionales de la información y el ciudadano de a pie no varía si su equipo se enfrenta a los blancos o a Barça, Sevilla o Valencia. Y acabar de una vez por todas con este doble rasero con el que se juzga al Real Madrid.