El 'Tata' coge el relevo del arzobispo de Barcelona

25.08.2013 00:00 de  Redacción   ver lecturas

Ante la demora del anuncia oficial del fichaje de Gareth Bale por parte del Real Madrid -el jugador espera impaciente en Marbella-, la actualidad blanca pasa por las palabras del nuevo entrenador del Barcelona, el 'Tata' Martino, que ha entrado en la rivalidad histórica entre los dos clubes como un elefante en una cacharrería.

No ha estado el argentino muy acertado con sus palabras al referirse a la inminente contratación del delantero galés por el club presidido por Florentino Pérez. Según Martino, "las cifras del fichaje de Bale son una falta de respeto a la situación económica mundial". Llama la atención que un técnico del talante del sudamericano entre en refriegas con el eterno rival por un asunto que ni siquiera es de su incumbencia.

Pero entendamos a Martino, acaba de llegar a la Ciudad Condal e igual no es consciente de que él tiene ejemplos en casa que le deben chirriar, como mínimo, de manera similar al fichaje de Bale. Me refiero, por ejemplo, a la afición de Messi de evadir impuestos a Hacienda (cuatro millones de euros, que no es ninguna broma), o al escándalo destapado por los medios brasileños que acusan a su presidente, Sandro Rosell, de recibir ocho millones de euros por partidos amistosos de Brasil cuando este ejercía de vicepresidente de Joan Laporta. Todo un ejemplo.

O quizá hubiera sido interesante preguntarle al 'Tata' por qué gastarse noventa millones es una "falta de respeto" e invertir sesenta en un jugador que supera por meses la veintena de años y que no ha jugado nunca en Europa no lo es. En fin, como ya sucediera con el fichaje de Cristiano Ronaldo, Florentino Pérez y el Real Madrid reciben críticas procedentes de Barcelona que parecen responder más a un ataque de envidia que a razones fundadas. De esta forma, Martino recoge el testigo del arzobispo de Barcelona -que también reprendió al club blanco cuando fichó a la estrella lusa- imitando su torpe discurso. Mientras, el Madrid a lo suyo: Bienvenido, Gareth.