Fabio McNamara
Transgresor. Si por un adjetivo se conoce a Fabio McNamara es por ese y en el Madrid existe el propio símil que comparte nombre. Como Fabio en la movida, la labor de Coentrao es vital pero siempre desde un segundo plano pero al lado de los grandes.
Ante el Sevilla, Coentrao volvió a demostrar que, con minutos, es el mejor lateral izquierdo para el Real Madrid. Conscientes de sus limitaciones en tres cuartos de cancha, sabe que la pared con Cristiano es la mejor opción siempre y no duda en hacerlo.
En defensa, poco hay que añadir a su labor que roza siempre la perfección. Fabio, falto de cariño desde su arribo al buque más importante del mundo, empieza a sentirse querido por su afición, aunque más que querido, es valorado. La alegría de Marcelo ha quedado en un segundo plano por el saber hacer y estar de este pescador del balompie.
Coentrao es diferente, atípico, una especie nueva y que parece en extinción. Como no es la alegría de la huerta cuando coge el esférico, ni llega al área rival como un extremo puro, parece que no está hecho para el fútbol moderno, sin embargo él refleja la importancia de esta figura en el neosistema que impera en el fútbol. Un lateral ofensivo por un lado, uno de corte defensivo por el otro, es sencillo, pero muchos no lo entienden.
Como McNamara, Fabio está rodeado de estrellas, entes que siempre reconocerán la labor de este transgresor de los cánones modernos que anidan en las bandas de los campos.