Fetiche

17.09.2013 00:00 de  Real Esparta   ver lecturas

Vuelve la Champions. La Copa de Europa. La competición fetiche del madridismo. La que se anhela. La que se desea. La que obsesiona. Comienza la ruta a Lisboa, para ello hay que trabajar muy duro, en este caso desde el principio; Estambul, una de esas ciudades malditas para el Real Madrid. El infierno turco espera a los hombres de Ancelotti, dispuestos a hacer sufrir física y mentalmente a los merengues en la lucha por los primeros tres puntos de la fase de grupos.

Se llega a Estambul con mucho ruido: la camiseta naranja, el debut goleador de Bale, la floja defensa en Villarreal, los paradones de Diego, la baja forma de Benzema -que, al fin, ha decidido quitarse el mapache muerto de la cabeza que él llamaba peinado-, la renovación de Cristiano y la titularidad de Casillas. Cada persona, cada medio elige el tema predilecto según la preferencia o la línea editorial que más convenga o la que más venda.

Sobre la titularidad del capitán del Real Madrid se podrá decir mucho, se podrá ver desde diez mil puntos de vista distintos el por qué Ancelotti ha tomado la decisión, se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo -personalmente, en total desacuerdo- pero es el entrenador del primer equipo, toda decisión que tome será respetada y apoyada en el campo. Carletto tendrá su forma de gestionar el grupo, él sabrá lo que busca y lo que hace. Me extrañaría que el entrenador del Real Madrid tomase una decisión buscando perder un partido. Sin embargo es bastante chistoso, dantesco incluso, que la prensa que le machacaba por colocar a Diego de titular, ahora le haga lo mismo por enviarle al banquillo tras su gloriosa actuación en El Madrigal. Ancelotti no se ha dado cuenta de que eso de 'calmar las cosas' en un club con un entorno tan históricamente histérico como el del Real Madrid no existe.

Bale llega entonado. Más mental que físicamente, producto de su falta de rodaje y pretemporada, eso no le impidió que, a los 38 minutos de debutar con el Real Madrid, ya tuviese su primer gol como madridista. Al galés lo que se sobra es ganas, coraje y trabajo. El Ali Sami Yen será un termómetro duro, no sólo para él, sino también para el resto de rookies en el proceso de Carlo. Hasta a los más experimentados les llega a afectar la concentración el famoso ambiente del estadio turco.

Cristiano renovado. Le inventaron unos cuantos destinos, dijeron que se iría por celos hacia Gareth Bale, dijeron, dijeron, dijeron. Firma hasta 2018, cobrará -por el momento- el salario más alto en el mundo del fútbol; 17 millones de euros anuales. Todo lo que ha dado, todo lo que ha rendido, la forma en la que vive, siente y representa al madridismo dentro y fuera de la cancha... se merece eso y más. El gesto de Ronaldo con las gafas de pasta à la Horatio Caine, Florentino sonriendo. El presidente se ha cansado de enviar mensajes sobre el poderío del Madrí como entidad... que sigan ladrando.

De Benzema se resalta mucho lo malo y se enaltece poco lo bueno. Al público del Bernabéu siempre le ha gustado ver ganas en sus jugadores -las famosas carreras de Raúl en los saques de esquina, por ejemplo-, a Karim, siendo partícipe de varios goles claves, se le ha pitado y criticado, quizás en demasía, por su aparente falta de ganas. Su talento es muy grande, su frialdad casi tanto. Será vital el trabajo de Zidane para motivarle, aunque 'El Gato' en competición europea suele sacar su mejor repertorio.

Que se podrá decir de Diego López que ya no se haya dicho desde que llegó al Real Madrid. Su forma es pletórica, su mentalidad es admirable. Decía Iván Matamoros -@matama96 en Twitter- que su historia era digna de película hollywoodense. Del descenso en Villarreal y el ostracismo en Sevilla a la titularidad -bien ganada, con esfuerzo, trabajo y compromiso- en el Real Madrid por encima del considerado por muchos 'mejor portero del mundo'. Habrá que preguntarse si, estando Diego en la posición de Casillas, disfrutaría de la misma oportunidad que se le otorga a Iker esta noche en Turquía. Quizás sea injusto para el gallego tener que ver la Champions desde el banquillo y él, no sólo como buen hombre de club sino como buen compañero, respeta y acepta la decisión de Ancelotti: "Hay estar a muerte con el que salga a jugar". A muerte. Comienza el fetiche. Comienza la UEFA Champions League.

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My way is my way y ya está