El centrocampista de todos
Luka Modric afronta la que puede ser su última campaña con la camiseta del Real Madrid. El croata concedió anoche una gran entrevista a El Partidazo en la que dejó varios titulares, pero en la que sobre todo cabe destacar una frase en concreto: "Mi deseo sería terminar mi carrera en el Madrid y si es posible renovar. No quiero ser un problema para el Madrid ni para el entrenador". Lo que parece una afirmación entendible para cualquier persona de a pie, muchas veces no es tan común en futbolistas tan bañados en éxito y en un mundo en el que el ego crece en cada esquina.
Luka es un Balón de Oro atípico, de esos con pocos aires de estrella y a los que la presión amedrenta más bien poco. A sus 35 años, continúa siendo el timón de uno de los barcos con los que es más difícil navegar, el del Real Madrid. Para Zidane es muy importante, y presumiblemente, tratará de dosificarle lo máximo posible para que llegue a tono a los partidos más relevantes del curso. Mientras Odegaard presta atención esperando su oportunidad para heredar el trono, Modric agotará toda la gasolina que le queda para ganarse una renovación, que, bajo el punto de vista de este servidor, ya se ganó hace tiempo. Un profesional como pocos, y un tipo que ha conseguido ser indiscutible para todos y cada uno de los entrenadores que han pasado por la Casa Blanca. El centrocampista de todos.