El futuro del lateral izquierdo del Real Madrid debe pasar por Reguilón
Zidane es un entrenador que tiene muy claras sus preferencias. Sabe con quién cuenta y con quién no, y no le ha temblado el pulso en ningún momento a la hora de mandar a grandes estrellas a la grada. Mendy fue una gran apuesta del francés, y no se puede decir que no haya rendido, de hecho ha sido titular en los mejores partidos del curso, aportando una solidez defensiva que hacía mucho tiempo que no se veía en el Bernabéu. Marcelo se ha visto relegado al banquillo, pero con su estatus de leyenda y su gran relación con el técnico parece complicado que salga del club este verano, sin olvidar que todavía le queda fútbol a sus 32 años.
En esta ecuación, el que queda como tercero en discordia es Sergio Reguilón, un joven canterano por el que Lopetegui apostó para retener en el primer equipo blanco y que se confirmó como la gran revelación de la plantilla a manos de Solari. Llegó a jugar los clásicos más importantes de la 18-19 y la eliminatoria de octavos al completo ante aquel gran Ajax de De Jong y De Ligt. Un futbolista rápido, eléctrico, con desborde, un pulmón para subir y bajar la banda y sobre todo, lo más importante, un hombre que sabe cuál es su casa y siente los colores del Real Madrid.
Sabemos de buena fe que los canteranos siempre cumplen, y más en defensa, con los recientes ejemplos de Carvajal y Nacho Fernández, y, desde mi punto de vista, hacen falta más jugadores así. De esos a los que las derrotas les duelen porque realmente las sienten suyas porque las han vivido como aficionados. Reguilón no tiene hueco, es cierto, pero para esta temporada. Una cesión más debería ser la opción más sensata. Una vez Marcelo de un paso al costado, el carril debe ser para él. El futuro madridista pasa por él.