Llegó el momento de abrir la puerta
En el Real Madrid se están haciendo las cosas muy bien. Desde hace varios meses, con la temporada aún en juego, se empezó a planificar lo que parecía ser uno de los veranos más determinantes de los últimos años. Kylian Mbappé era el objetivo principal de los blancos, pero no el único. Lo que si es cierto es que el delantero del PSG iba a condicionar todo el mercado del Real Madrid tanto para bien como para mal. Finalmente y tras una renovación absolutamente sorprendente, el jugador renovó su contrato con el club presidido por Nasser Al-Khelaifi. Fue en ese momento cuando Florentino, que ya había sentado las bases de un acuerdo por Tchouaméni, decidió ir a por todas con el centrocampista galo.
Adiós y mucha suerte
Tras Rüdiger y Tchouaméni el Real Madrid se pondrá manos a la obra para aligerar la plantilla. En la portería no sobra nadie, pero Lunin podría salir en busca de minutos. Un poco más adelante, en la línea defensiva, Ancelotti cuenta con todos menos Jesús Vallejo, que podría abandonar el club pero aún se desconoce si lo hará o no. Marcelo se despedirá del equipo de su vida mañana en un emotivo acto. La duda reside en Ferland Mendy, que tras el fichaje de Tchouaméni podría ser traspasado por una gran suma de dinero. En el centro del campo las cosas están más o menos claras debido a que Carletto tendrá a seis jugadores de garantías para tres posiciones: Casemiro, Kroos, Modric, Camavinga, Fede Valverde y Eduardo Camavinga. Isco se ha marchado tras terminar contrato y Ceballos podría regresar al Real Betis si se dan las circunstancias económicas.
En la delantera es donde están las dudas. Jovic, Mariano, Bale y Marco Asensio podrían ser las bajas del equipo, pero de confirmarse el Real Madrid tendría que acudir al mercado de forma obligatoria para fichar al menos a dos jugadores. Mayoral sería el encargado de suplir a Benzema, mientras que en la derecha podría llegar Serge Gnabry.