Mientras los atléticos se dejan en evidencia, el Real Madrid baila
Anoche todas las miradas del mundo del fútbol estaban puestas en el Cívitas Metropolitano... y a la afición del Atlético de Madrid no se le ocurrió otra cosa que protagonizar un nuevo episodio lamentable en su haber, y ya van unos pocos. Parecía difícil superar el ridículo que hicieron algunos esta misma temporada cuando Gerard Moreno dedicó un gol a su hija, pero ayer la hinchada rojiblanca (no todos, pero muchos más que unos pocos) se cubrieron de gloria. Cánticos de "Vinicius eres un mono" a las afueras del estadio; con el balón ya en juego, gritos de "Vinicius muérete" y "mono, mono, mono"; por si fuera poco, se arrojaron multitud de objetos durante la celebración del 0-1 del Real Madrid, con algún que otro aficionado realizando el saludo nazi y múltiples peinetas; y, para finalizar, en la segunda parte se ovacionó una dura entrada de Koke (otro partido nefasto por su parte, y van muchos) sobre Rodrygo.
Mientras tanto, el Real Madrid sigue a lo suyo. Nueve de nueve en lo que llevamos de temporada. En el Cívitas Metropolitano pueden estar orgullosos de haber presenciado el primer baile conjunto de Rodrygo y Vinicius, que durante buena parte del encuentro se bastaron para dejar en evidencia a la zaga atlética sin necesidad de mirar a la portería rival. Y si por algún casual a algún atlético se le ocurre hablar de "robo" (no creo que tengan tan poca vergüenza), no está de más recordar que Reinildo tuvo que ser expulsado en un par de ocasiones: la primera, con una entrada criminal a Rodrygo que incomprensiblemente Martínez Munuera (actuación horrible y casera la suya) solo castigó con amarilla (¿dónde estaba el VAR?); la segunda, cuando debió ver la segunda amarilla después de golpear en la rodilla a Valverde en un choque fortuito que dejó renqueante varios minutos al charrúa.
Y así puede resumirse el derbi de ayer. La mayoría de la afición del Atlético rabiando y mostrando su verdadera cara (insisto, no hay que generalizar, seguro que hay aficionados de bien), y el Real Madrid que sigue bailando, ganando y demostrando por si aún había alguna duda quién manda en la capital.