No hacer más fichajes sería un error garrafal
La temporada 2022-23 se presenta tan atípica como exigente. Con un Mundial en medio, que se disputará entre noviembre y diciembre, y con un Real Madrid que deberá disputar seis competiciones. A las cuatro que ya jugó la pasada campaña (Liga, Copa, Champions y Supercopa de España), se les añadirán la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes por haber ganado La Decimocuarta Copa de Europa.
Precisamente por ello sorprende que el Real Madrid haya cerrado la puerta a posibles nuevos fichajes tan pronto. Así lo confirmó Ancelotti ayer a los medios. Cierto es que ya han llegado Rüdiger y Tchouaméni, pero teniendo en cuenta que se han marchado cuatro jugadores (Marcelo, Bale, Isco y Jovic) y que varios más están en la rampa de salida (Odriozola, Asensio, Mariano, Mayoral, Ceballos, Vallejo...) resulta sorprendente e incluso inquietante que el técnico italiano no quiera más incorporaciones. Cierto es que puede ser una estrategia de mercado para no devaluar el precio de los descartes, y es que el verano es largo. Quedan seis semanas de mercado y, si el Real Madrid da salida a Asensio, resulta muy difícil pensar que no vendrá nadie para cubrir su hueco. En cualquier caso, lo que es evidente es que toda la afición ve conveniente traer al menos un fichaje más en el ataque. Veremos finalmente si el club también lo ve así o, por el contrario, afronta la próxima temporada con una plantilla corta (como es el deseo de Ancelotti).