No se trata de hacer olvidar a Ramos y a Varane
Dicen que crecer es aprender a despedirse. Y eso es lo que le ha tocado al Real Madrid este verano al decir adiós tras muchos años a Sergio Ramos y Raphael Varane. El camero se marcha tras más de 16 temporadas de blanco en las que ha conquistado todos los títulos habidos y por haber, entre ellos cuatro Champions League (tres como capitán). Varane llegó de la mano de Mourinho y tras el consejo de Zinedine Zidane, por aquel entonces asesor del presidente. No tardó en adaptarse y comerle la tostada a todo un mito como Pepe. A pesar de que no se ha ganado especialmente el cariño de los aficionados, será recordado como uno de los mejores defensas de la historia reciente del Real Madrid.
Nadie podrá suplirles, pero no se trata de eso
Acaba una etapa para abrir otra totalmente diferente. Se van dos de los líderes del vestuario, por lo que el Santiago Bernabéu buscará un nuevo líder aunque Marcelo sea el capitán. Nacho tendrá más galones que nunca, los cuales aprovechará para demostrar que este escudo no solo no le queda grande sino que puede ser titularísimo como ya hiciera la pasada campaña ante FC Barcelona y Liverpool entre otros. A su lado estará Militao. Su caso es de expediente X. Ha pasado de no contar a ser insustituible, algo que le hizo ganarse el derecho a ser titular durante gran parte de la Copa América con Brasil.
David Alaba también estará bajo las órdenes de Ancelotti, aunque su caso es distinto. Puede jugar de lo que quiera, algo que podrá utilizar Carletto a su antojo.
Ellos tres no harán olvidar a Varane y a Ramos, pero marcarán el inicio de una nueva época en el Real Madrid. Suerte, y a por ello.