Jesé, menos llorar y más trabajar

El empate ante el Villarreal del pasado fin de semana ha dejado muchas secuelas. Unos han tirado hacia la falta de intensidad y de motivación de los jugadores, otro a la falta de disciplina de Ancelotti y otros hacia la cena del pasado jueves. Sin embargo, uno de los señalados ha sido Jesé. El canario estuvo toda la semana pasada en las portadas por el cabreo que cogió en Elche, cuando solo jugó 25 segundos. Su forma de arreglarlo, según informan desde varios medios, fue salir de aquella "cena" a las cinco de la mañana. 

Tres días después de aquel suceso, el canario tuvo la oportunidad de desquitarse cuando Ancelotti le dio media hora ante el Villarreal. Sin embargo, su paso por el partido fue de todo menos acertado. Se mostró sin desborde, sin descaro y encima falló una ocasión a puerta vacía. Ese momento fue el que agotó la paciencia del público del Bernabéu, otrora maravillado ante el futuro que le esperaba al 'Bichito', pero que en esta ocasión no dudó en criticar su pobre actuación.

Huelga decir que me parece uno de los mejores canteranos, por no decir el mejor, que ha salido de Valdebebas. La lesión frenó en seco su evolución, y una vez recuperado, aún no ha terminado de volver a ser el jugador desequilibrante que maravillaba hace un año. Sin embargo, lo que no le ayuda es mostrar su cabrero públicamente cuando Carlo le da solo 25 segundos en Elche o cuando apenas ha jugado en los últimos partidos, y menos aún cuando sale de una cena a las 5 de la mañana, seis horas antes de entrenar para preparar un partido que podía ser clave en la Liga. 

Es por eso que si quiere volver a ser una pieza clave en el equipo, necesita callarse y ponerse el mono de trabajo. Quizá le vendría bien mirarse en Isco. El malagueño llegó con el aura de promesa, pero acabó siendo relegado al banquillo la pasada temporada. En esta, a pesar de la llegada de James, el de Arroyo de la Miel ha demostrado a Ancelotti que tiene sitio en el equipo, y el italiano ha caído rendido ante su magia. De revulsivo a innegociable en menos de seis meses, y todo ello sin un alarde público de disconformidad. Jesé, aprende antes de que sea demasiado tarde. 

autor

David Marcos

Conmigo quién quiera, contra mí quién pueda". Un día me hice seguidor del Real Madrid y desde entonces he disfrutado de pasillos, carreras eternas hasta el banquillo para celebrar un gol o voleas gloriosas. Sin embargo, siempre queda en el tintero todo aquello que el tiempo no te ha dejado disfrutar. Por los que se fueron, que no volverán, pero jamás se marcharán.

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