La primera gran prueba de Xabi es de suspenso absoluto

El Real Madrid venía como un tiro en este inicio de temporada. Nadie podía toser a los de Xabi Alonso o, al menos, esa era la sensación. Es cierto que el resultadismo se instauró por encima de las sensaciones, pero la realidad es que el conjunto blanco se dio un golpe de realidad tremendo en el derbi frente al Atlético de Madrid. Es el partido grande de la temporada para Simeone, eso está claro, pero lo vivido en el Metropolitano roza lo esperpéntico.
Vimos a un Real Madrid sin ideas, buscando centros a la desesperada sin destino y dejando huecos enormes atrás que el Atlético consiguió aprovechar. Era el día ideal para rematarlos tras un inicio dubitativo de la temporada para ellos, pero se han enganchado a LaLiga con una goleada tremenda que potencia y visibiliza algunas de las carencias que nos hemos comido en estos primeros partidos.
ASÍ NO VAMOS A LLEGAR A NADA
El Real Madrid vencía por inercia, por nivel y porque tiene a un jugador llamado Kylian Mbappé. El galo mojó y fue algo más destacado que el resto, pero aun así estuvo lejos de su mejor nivel. Vinicius volvió a estar desaparecido, Bellingham demostró que no estaba para jugar de inicio y la defensa estuvo mal en todo momento, algo que se acrecentó sin Militao en el verde.
Y aquí el culpable evidentemente es Xabi. El planteamiento fue arriesgado y no salió bien. Los cambios no funcionaron y el Atlético fue un avión sin errores con balón. Y esto no hace más que acrecentar fantasmas del pasado donde contra los clubes modestos se sacaba la cosa adelante, pero contra los más importantes siempre la moneda salía cruz. Lo que está claro es que hemos lanzado las campanas al vuelo demasiado pronto y queda mucho por trabajar. Toca recapacitar y pensar en lo que viene porque ahora todo se vuelve a apretar.
