Los 10 nuevos mandamientos

03.03.2014 00:00 de  Francisco José Reina   ver lecturas

1- Si un equipo de fútbol, cualquiera, hace un juego agresivo, brusco, provocador, áspero, fuerte, y por momentos violento, ha de alabarse. El juego rudo es fútbol en mayúsculas. Excepto si lo hace el Madrid. En este caso, el juego pasará de ser reconocido a ser criticado, censurado y ejemplo de lo que NO debe hacerse en el fútbol.

2- Si hay un jugador que está sólo a más de 30 metros para disparar, hay que impedirle el chut. Si se produce el tiro, la defensa habrá suspendido. Excepto si pasa en el Real Madrid. De ser así, la culpa será del portero, el cual también tendrá culpa de la posición fortuita de dos jugadores impidiendo la visión del balón. *Este segundo mandamiento sólo se pone en práctica si el portero del Real Madrid no se llama Iker Casillas.

3- Si algún miembro del cuerpo técnico intenta agredir al árbitro, siendo separado por hasta cinco personas para que no se produjera la acometida, ha de producirse una campaña a favor de esa persona destacando sus buenos comportamientos, existan o no. Además, se tendrá que justificar y echar las culpas al árbitro. Si lo hace algún miembro del cuerpo técnico del Real Madrid, habrá que pedir su extradición de inmediato. Se hará una campaña mediática en su contra, se destacarán en portada sus malos gestos y se perseguirá al hijo de la persona si es necesario.

4- Un intento de agresión será sancionado con un partido. Un gesto a la nada, en el caso de provenir de un jugador del Real Madrid será sancionado con tres partidos de suspensión.

5- Si se lanzan objetos tales como mecheros o latas de cerveza a un terreno de juego o si los recogepelotas de un equipo de fútbol ocultan balones para destruir el juego continuado a favor del equipo local, no será recogido en el acta arbitral. Excepto si este suceso ocurre en el Santiago Bernabéu. De ser así, habrá que pedir la máxima sanción.

6- Taparse la cabeza para protegerse de un posible mecherazo reincidente, será visto como provocación y como gesto reprochable; se centrará el debate en ello y no en el lanzamiento de objetos en un terreno de juego. Sólo si el jugador que se protege pertenece a la plantilla del Real Madrid.

7- En el caso de premios como el Zamora, sólo se valoraran dependiendo del portero que lo consiga. Si entre ellos se encuentra Víctor Valdés o Iker Casillas, el premio gozará de un prestigio sobrenatural. En el caso de ser Diego López el que tenga el premio provisional, se hará caso omiso del mismo y se tapará como se pueda esta circunstancia. Es más, a pesar de ser el Zamora, en el caso de que falle en algún gol, se presionará hasta la máxima potencia para el cambio en la portería. Sólo si se trata de un fallo de Diego López, haya fallo o no. En el caso de ser otro, se recurrirá a su palmarés y trayectoria para animar al portero en cuestión.

8- Si en un partido de fútbol se cometen dos penalties, y no se pita ninguno de ellos, se hablará de favor arbitral al Real Madrid pese a ser perjudicado en parte del campeonato. Si se produce al revés, los medios deberán de ocultar el suceso.

9- Si un jugador, que no pertenezca al Real Madrid se pasa 90 minutos fingiendo, provocando y protagonizando jugadas antideportivas, se destacará su labor de equipo y su garra en el terreno de juego. Si ese mismo jugador es del equipo blanco y protagoniza una sola acción del estilo y se llama Pepe, se le acusará de teatrero y se le sacarán acciones irregulares ahondando en su trayectoria futbolística. Si ese tipo de acciones la hace Raúl García nadie hablará de ello. Si lo hace Diego Costa, al ser nuevo jugador de La Roja, se omitirán las críticas.

10- Si un entrenador es expulsado por insultar al rival, al próximo partido no podrá sentarse en el banquillo debido a su suspensión excepto si ese entrenador es del FC Barcelona y le llaman Tata Martino.

Francisco José Reina
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Francisco José Reina
Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.