Malos tiempos para ser hater

30.04.2015 23:55 de  Ángela Castañeda   ver lecturas
Malos tiempos para ser hater
© foto de Ángela Castañeda

En los tiempos que corren, con las redes sociales como principal arma, testigo y verdugo de cualquiera que se atreva a hacer un juicio acertado o inoportuno, los haters, esos seres que llegaron hace unos años para quedarse, no pasan por sus mejores tiempos. Sobre todo si los principales objetivos de sus comentarios maliciosos son James ‘Vende Camisetas’ Rodríguez o Álvaro ‘El Cono’ Arbeloa. Pero como ya dijo el Espartano no hace mucho tiempo, que me llamen cono y a ver si ganan lo que yo he ganado.

El crack colombiano llegó tras haber sido la sensación del Mundial de la mano de Florentino Pérez, algo que ya le puso en el punto de mira de cierta parte de la opinión pública. Mientras algunos se ganan el apoyo sin saltar al césped, solo por ser españoles y parecer buenos chicos, simpáticos y humildes; otros da igual que rompan todos los registros, que marquen auténticos golazos y con ellos en el terreno el equipo sea mejor, eso vale muy poquito porque si falla el sujeto A, la afición no le castigará y mucho menos los enemigos del Real Madrid de Florentino, esos que con su pluma intentan manchar carreras inmaculadas y beneficiar a sus ‘niños bonitos’. En cambio, si el que falla es el sujeto B, parte de esa afición que tan poco ayuda a crear ambiente, a que el Bernabéu sea un verdadero infierno blanco, pitará y abucheará a su propio jugador y las portadas y tertulias le condenarán sin piedad alguna.

James representa perfectamente este "malos tiempos para ser hater" y es que el ‘10’ blanco ha conseguido a base de esfuerzo, fútbol y goles hacerse con un hueco en el once titular de Ancelotti, en convertirse en uno de sus ‘innegociables’, aunque muchos no se cansen de achacarle que solo vino a vender camisetas y a que el presidente madridista construyese autopistas en Colombia. Pues benditas sean las millones de camisetas que ha vendido hasta ahora y las que le quedan por vender a James y, sobre todo, bendita sea la verdadera carretera que trajo al cafetero al Madrid, autopista a Berlín.

Y como de haters va la cosa, no puedo olvidarme de todos los que siempre tienen palabras ‘bonitas’ para Arbeloa. Esos que se quedaron sin wifi cuando el ‘17’ volvió a ver puerta, poniendo el tercer y último gol en el luminoso ante el Almería. Esos que le quieren fuera del Real Madrid y que si el partido que se marca el Espartano lo llega a firmar Carvajal o cualquier otro lo pondrían de ejemplo como partido sobresaliente de un lateral. Como es Arbeloa parece que cueste decirlo y oírlo, pero ser madridista es creer y yo creo en este Real Madrid y creo en Álvaro Arbeloa. Amigos, corren malos tiempos para ser hater.