Paranoia
Es fácil que, tras el resultado del clásico, la paranoia se instale en la psique del madridista promedio. Aficionado pesimista e impaciente como ningún otro sobre la faz de la tierra. Ése que mientras un entrenador está en el banquillo madridista se dedica a insultarle y vilipendiarle sólo para echarle en falta o alabarle una vez que -comprensiblemente- decide marcharse del club blanco. Sin embargo, visto lo sucedido durante el segundo tiempo tras la corrección del fallido experimento de Ancelotti no hay lugar para el pesimismo. Una vez más el Real Madrid arrinconó al Barcelona en su casa, no se consiguió la victoria por cosas del fútbol, falta de suerte y el ojo caprichoso de Undiano Mallenco. Los talibanes del estilo, que diría David Álvarez, ganaron con un gol de rebote y un gol de contraataque. Los niños lloran.
Carletto le regaló 55 minutos al Barcelona con el planteamiento. Error de principiante. No supo utilizar la ventaja del trabajo psicológico dejado por Mourinho. Tal vez el error fue necesario, no para el equipo, sino para él mismo como entrenador. Fue, quizás, comparable con un chico perdiendo la virginidad; suele tomar malas decisiones y la experiencia es poco satisfactoria. El italiano supo corregir su error, las entradas de Illarramendi y Benzema dieron orden e inspiración a un Real Madrid que, si bien no mereció ganar, tampoco mereció perder. El margen de mejora para el equipo de Ancelotti es muy grande, mientras que los dirigidos por Martino no parecen tener tanto. El futuro dirá.
Al hacerse vox populi el experimento del entrenador italiano horas antes del clásico se le dio una ventaja inicial al rival que pudo haber costado el partido. El Tata admitió cambiar cosas en su esquema al tener información de cómo saldría el Madrí. El filtrador, sea quien sea, debe salir del Real Madrid. Su actitud cobarde y egoísta ha perjudicado al club dentro y fuera de la cancha. Un personaje tan poco profesional como éste no merece llevar el escudo del club más glorioso del mundo sobre su corazón. Un personaje tan repulsivo que prefiere beneficiar a un rival directo para obtenerbeneficio personal sobre el bien del grupo o del club.
Más triste que la derrota, incluso más triste que la filtración fue lo ocurrido el domingo. Día libre para la plantilla. Hubo un entrenamiento voluntario al que acudieron 9 de los 23 jugadores del equipo. Ninguno de los cuatro portadores del brazalete de capitán estuvo entre esos nueve. ¿Dónde está su liderazgo? ¿Dónde queda su compromiso?, tienen la cinta porque el club se las otorga pero ¿han hecho algo para ganársela? Admiración y respeto para estos nueve que, con acciones indiscutibles, demuestran un compromiso gigantesco hacia el Real Madrid, un compromiso mucho mayor que el de cualquiera de los portadores oficiales del brazalete. Unos tienen la capitanía, otros son los que la ejercen.
Ancelotti demuestra corregir sus errores con rapidez, ahora le surge un nuevo reto, un filtrador en el vestuario. Habrá que ver cómo lo maneja. Carlo es un hombre que realiza concesiones para mantener buen ambiente en el vestuario, aunque en el pasado se ha mostrado intolerable a estos episodios. Existe la esperanza de acabar con el problema de las filtraciones de una vez por todas, esto sólo se verá con el paso de los meses, entonces Carletto nos demostrará su manejo de la situación. La tarea no será fácil.