Un clásico fundamental para el devenir del proyecto del Real Madrid

El Real Madrid no llega con su mejor versión al primer clásico de la temporada. Lo bueno es que el Barcelona tampoco. Sin embargo, en esta ocasión quiero centrarme en lo mostrado por el conjunto blanco durante estas últimas semanas. El derbi marcó tanto, que el fútbol que veníamos viendo antes de enfrentarse al Atlético de Madrid, desapareció fugazmente. De una progresión al alza, a ser un equipo que controla los partidos a tramos, y que a veces sufre demasiado. El partido ante la Juventus era una buena prueba, pero no salí muy esperanzado. 

Al equipo de Flick se le puede hacer más daño incluso que la temporada pasada. El problema está en saber si los futbolistas que salgan al terreno de juego saben lo que se juegan. No es un clásico cualquiera. Venimos de un año en el que el eterno rival nos ha bailado, y también de un tiempo en el que cada rival de gran entidad nos ha puesto en un lugar inesperado. Este partido ante el Barça es fundamental para saber si se ha aprendido del pasado; si se puede competir contra grandes equipos; y para conocer si el proyecto va en la buena dirección. 

NECESITAMOS VER UN CAMBIO DE MENTALIDAD

Florentino Pérez confió plenamente en Xabi Alonso hace meses. Yo tengo mucha fe puesta en él. Pero de perder como en el derbi, se instalaría el estado de caos en Chamartín. A pesar de que muchos jugadores son culpables, no creo que desde arriba se pudieran sostener dos derrotas tan duras contra dos eternos rivales en el principio de un nuevo proyecto. Sin embargo, ganar y convencer, sería un golpe encima en la mesa. De un entrenador ambicioso, y de unos jugadores que vuelven a tener hambre. La afición necesita ver en los ojos de sus jugadores que hay rabia por intentar resarcirse de lo ocurrido hace meses contra el mismo rival. Por eso, es un clásico y un partido fundamental para el proyecto del Real Madrid.