Un milagro contra 12
Todo iba según lo previsto por el Barcelona de Clos Gómez en El Clásico hasta que apareció Sergio Ramos en el último minuto. Y es que puedes no pitar dos claros penaltis y dar validez a un gol en fuera de juego y que es consecuencia de una falta inventada, pero nunca puedes dar por muerto al Real Madrid. Con una nueva demostración de orgullo el equipo blanco sobrevivió con uno menos. El árbitro ya demostró en el minuto 2 que la gesta de sacar algo positivo en el Camp Nou iba a ser heróica.
Pero si algo le sobra al Madrid de Ramos es corazón. Cuando los puntos se escapaban, cuando el Camp Nou era una fiesta y los de Zidane perdían la imbatibilidad, apareció el capitán para silenciar el templo culé. Cuanto más difícil es la gesta, más posibilidades hay de que aparezca la cabeza de Sergio Ramos en cualquier balón colgado al área. El golpe a LaLiga del Madrid es fuerte y el varapalo al Barça tremendo. Se mantiene la distancia de seis puntos, los blancos acumulan 33 encuentros sin conocer la derrota y demuestran que ni con 12 pudieron los de Luis Enrique con el líder.
El Madrid fue superior hasta que Clos Gómez desquició a los jugadores blancos. Solo tras el gol ilegal de Suárez los culés pudieron acercarse con peligro a la portería de Keylor Navas. Ni con ayudas arbitrales este Barcelona necesitado de triunfos pudo. Si algo ha demostrado el campeón de Europa esta temporada es lo difícil que va a ser que cualquier equipo le derrote. Ese carácter inmortal es una seña identidad del Madrid de Zizou.
Y sobre Clos Gómez quizá lo peor es que nada extraña. Ya hubo cierto entrenador que lo advirtió hace años y que sacó una lista de 13 errores del colegiado tras un partido. Fue vilipendiado e insultado por este gesto. Un vez más, José Mourinho tenía razón.