Opinión

Cuando la vida era más bonita en el Real Madrid

Cuando la vida era más bonita en el Real MadridBernabeudigital.com
Real Madrid
© foto de Federico Titone/BernabeuDigital.com
Oggi alle 15:00Portada
de Diego Rivero Mosqueda
La opinión de Diego Rivero

Hace dos semanas presencié en el Santiago Bernabéu la gran victoria frente al Mallorca por un 2-1 bastante claro, aunque los primeros minutos se les atragantasen a los de blanco. El Real Madrid salió con superioridad, y creyéndose mejores que los bermellones, algo que demostraron tiempo después. Esto, precisamente, es lo que se le pedía a los once que saliesen al terreno de juego bajo el mando de Carlo Ancelotti, y pocas veces se veía, por la razón que fuese. Todos teníamos claro que la plantilla había cambiado, que eran los jóvenes quienes debían dar un paso adelante tras el mando sutil y elegante de Toni Kroos, y lo hicieron. Sí, hablo de 2023 y 2024, esa temporada que se convirtió en una de las más bonitas de mi vida.

Bajo el manto de la esperanza y la bandera del amor incondicional hacia un escudo con la corona y su cruz católica en lo alto, todos los jugadores que participaron en aquella campaña fueron partícipes inequívocos de un año irrepetible en muchos sentidos. Desde la temporada pasada y el comienzo de esta no dejo de echar de menos los sentimientos y las emociones que se hicieron único dueño de una vida que latía en color blanco y sonaba en madridista. Está claro que las ilusiones se pierden o al menos se reducen para dar paso a otras, y por mucho que uno quiera, no puede evitarlo. Cuestión de vidas y de subjetividades, porque de ellas está llena el mundo, cada día más que nunca.

Esto no deja de ser un homenaje a una temporada que cada día se valora menos, ya que el Real Madrid tuvo muchas cosas en contra. En España lo conocemos de sobra, pero en Europa se consiguió unir a los cinco elementos si contamos el éter en una fuerza inconmensurable, simplemente superior al resto de factores que rodeaban al fútbol. Ya en pleno 2025, y con numerosos fichajes realizados, la llegada de Xabi Alonso como guinda a un pastel que cada vez quiere abarcar más y más, parece dar la sensación de que esta vez sí, que el pasado fue mejor o más bonito. 

La impredecibilidad del ser humano y la vida cada vez más alejada de lo que siempre habíamos visto como normal predomina más y más en un corazón que se muestra más transparente si puede ser eso posible. Si este Real Madrid está destinado a cambiar eso es algo que desconozco, y ni siquiera hablo por los títulos, sino por el sentimiento de pertenencia a una lucha y por la identificación con una mística y una leyenda que encienda una llama de momento extinta.