El Barça compró a los árbitros y el Real Madrid está pagando la factura

Hay que ser tremendamente ingenuo para pensar que el colectivo arbitral en España no está corrupto. Hubo un club que estuvo pagando durante casi veinte años (que se sepa) al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros por "informes" sobre los colegiados, pero a día de hoy seguimos sin castigo para el FC Barcelona. En cualquier caso, a ojos de todo el mundo (y no me limito solo a nuestro país), los blaugranas han quedado como lo que son: unos compra árbitros.

El gran perjudicado, además de todos los equipos que se enfrentan semana tras semana al Barça, es, sin duda, el Real Madrid. El único club que puede competirle la Liga al conjunto culé, de ahí que sea, al mismo tiempo, el que más robos sufre jornada tras jornada. Y apenas han hecho falta cuatro partidos para ver explotar a un Xabi Alonso que, tras el atraco perpetrado ayer en el Reale Arena, se fue directo a por Gil Manzano tras el pitido final para soltarle un: "Yo no quiero, pero me hacéis pensar mal, tío", para después añadir un: "Esta va al CTA seguro, va al vídeo seguro", en referencia a la ridícula expulsión de Dean Huijsen contra la Real Sociedad.

Ya ni hablemos del hecho de que absolutamente todas las jugadas milimétricas, vaya por dios, le salgan cruz al Real Madrid. Ayer, otro gol anulado por un supuesto fuera de juego de Mbappé que es todo un acto de fe, porque no te muestran en pantalla el momento exacto en el que se da el pase de Carvajal.

Esto es lo que ha conseguido la Liga Negreira. Que un entrenador con talante, un caballero incluso con los del silbato, explotase cuando solo llevamos cuatro jornadas. Su 'Mourinhización' apunta a completarse en tiempo récord, y con razón. Todo está podrido y el Real Madrid tendrá que hacer el triple que el Barcelona si quiere levantar el título. Nada nuevo, por otra parte.