Opinión

El Real Madrid está ante su mayor encrucijada institucional

El Real Madrid está ante su mayor encrucijada institucionalBernabeudigital.com
Estadio Santiago Bernabéu
© foto de Federico Titone/BernabeuDigital.com
Oggi alle 12:45Opinión
de Javier Rubiano
La opinión de Javier Rubiano

Mucho se ha hablado en las últimas horas desde que el martes Ramón Álvarez de Mon desvelase el deseo de Florentino Pérez de cambiar el modelo del Real Madrid. Así que, si me permiten, voy a dejar constancia por aquí de mi opinión no como periodista, sino como madridista.

Antes que nada, confieso que esta posible modificación en el modelo de propiedad me genera sentimientos encontrados. Por un lado, entiendo que Florentino busque modernizar la estructura del club y acercarla a modelos exitosos como el del Bayern de Múnich. Es evidente que el mundo del fútbol está viendo cómo empiezan a proliferar en los últimos años clubes-empresa que cuentan con el respaldo de grandes fortunas o, en algunos casos, de estados. En ese sentido, la entrada de capital privado podría reforzar la solidez económica del Real Madrid en un contexto cada vez más cuesta arriba.

Pero eso no quita que también sienta cierta preocupación. Y la siento porque, como todos sabemos, el Real Madrid no es solo una entidad deportiva. Es una institución con alma, construida por sus socios durante más de un siglo. Ceder aunque sea una pequeña parte de su soberanía a empresas o fondos de inversión abre una puerta que, una vez cruzada, podría no dejar opción a dar marcha atrás.

Las comparaciones con el modelo del Bayern no han tardado en aparecer, a raíz de la información de Álvarez de Mon. Tiene sentido, pues en el caso del club bávaro funciona porque mantiene un equilibrio muy claro. En él, son los socios los que conservan la mayoría, dejando a las empresas como partes colaboradoras que no toman decisiones sobre el futuro de la entidad muniquesa. Si el Real Madrid logra replicar esa fórmula con transparencia y límites bien definidos, no lo vería mal; pero debemos tener claro que, si el dinero empieza a pesar más que el sentimiento, corremos el riesgo de perder algo que no tiene precio. Hablo del alma del club.

En el fondo, el Real Madrid es de sus socios. Y así debería seguir siendo.