Han jugado con fuego y los que se han quemado son los jugadores

No sé muy bien cómo calificar lo que ha hecho la directiva del Real Madrid con sus centrales esta temporada. Es algo realmente sorprendente por quién lo ha permitido desde el pasado mes de julio. Sí, digo julio y no agosto. Leny Yoro era el gran objetivo madridista para la presente temporada. El francés, nacido y criado en el fútbol galo como Camavinga y como Tchouaméni, tenía un precio de salida de 50 millones de euros. Florentino Pérez y José Ángel Sánchez pecaron de exceso de confianza cuando comenzaron a "negociar" con el Lille. Ofrecieron la llamativa cifra de 30 millones de euros. Pensaban que la fuerza del jugador haría el resto. Como por todos es sabido, acabó en el Manchester United.

NI UNO MÁS

Después de estudiar diferentes alternativas, entre ellas la de Laporte, se decidió no acudir al mercado. Parece que eso de "generacional o nadie" pasó por encima de los planes del Real Madrid. Habría que recordar de vez en cuando a la directiva que hay un término medio. ¿Acaso no había un Joselu o un Fran García para el eje de la zaga? De primeras vienen a mi mente Rafa Marín, Mario Gila o incluso un veterano como Albiol. No iban a ser titulares, pero otros como Rüdiger y Militao no habrían acabado reventados físicamente por forzar y forzar cada tres días.

Para sorpresa de nadie, Militao sufrió una rotura de ligamento y Rüdiger una de menisco, aunque en su caso ha sido parcial. El Real Madrid está muy por encima de lo que han hecho con ambos centrales. Ni que decir tiene lo sucedido con David Alaba. Entiendo la parte humana de apostar por él por lo que ha dado, pero ya está. Que cumpla su contrato, pero no impida la llegada de otro central. El récord de ingresos, más de 1.200 millones de euros, se debe notar también una planificación deportiva a la altura.

HAY QUE FICHAR A DOS CENTRALES

De los cuatro centrales que tiene el Real Madrid para la próxima temporada, solo uno está 100% sano. Alaba, Militao y Rüdiger sufren distintas dolencias en las rodillas, mientras que Raúl Asencio, el cual no entraba en los planes, apunta a ser indiscutible tanto en las cinco jornadas restantes de liga como en el Mundial de Clubes. Casualmente es el que menos cobra.

No es que haya que fichar a un central de primer nivel, hay que hacerse con dos. Uno de ellos para entrar directamente al once titular y otro para competir con Asencio por un puesto. Lo que pedimos muchos madridistas no son cromos, es tener cuatro centrales plenamente funcionales la próxima temporada.