Mucho ruido y pocas luces: la crónica del Liverpool 1-0 Real Madrid
El Real Madrid viajó a Liverpool para medirse al seis veces campeón de Europa en el estadio de Anfield. Partido de la jornada número cuatro de la UEFA Champions League. Los de Xabi Alonso llegaban con la moral por las nubes, imbatido en la máxima competición europea, y líder en la doméstica con cinco puntos por encima del segundo, el FC Barcelona.
Había mucho en juego, por el partido que era, por el pasado que hay entre ambos en la competición, y por lo que puede venir en la Champions. Objetivo claro: quedar líderes de la fase liga.
En cuanto al once inicial, el técnico español no se complicó la vida. Lo que un día funcionó, por qué no lo iba a hacer al otro. El club blanco salió de inicio con low mismos once que en el clásico: Courtois bajo palos; defensa formada por Valverde, Militao, Huijsen y Carreras; centro del campo para Tchouaméni, Camavinga, Bellingham y Arda Güler; y arriba, Vinicius y Mbappé.
SUFRIR REZANDO
El partido comenzó con una presión alta constante del Liverpool, donde los blancos parecían desconcentrados por el ruido atronador de los aficionados en Anfield. El primer tiro de los merengues no llegaría hasta pasados el minuto 16 de juego. Una buena recuperación de Camavinga, una cabalgada de Bellingham y dos buenos pases entre Vinicius y el inglés, terminarían dejándole un tiro a Mbappé que se fue por bastante.
La primera tarjeta del partido llegaría de la mano de Vinicius, tras una pérdida del equipo con el brasileño teniendo que cortarla cerca del área de Courtois. La primera gran ocasión de partido llegó para los locales, tras un error en defensa de Huijsen. Courtois salvador. Parada antológica cuando estaba solo ante Wirtz en un mano a mano que terminó en nada gracias al belga.
Sufrida primera parte para el Real Madrid, tal fue así que, llegados a la media hora de partido, los de Arne Slot tuvieron en revisión un posible penalti de Tchouaméni. El colegiado terminó señalando balón para el conjunto blanco. Para colmo, Courtois sacó otra mano de las suyas en el minuto 42 de partido a Szoboszlai. Tras esto, cabe decir que la reacción visitante fue rápida y Bellingham y Güler tuvieron dos tiros a puerta que terminaría parando Mamardashvili.
Justo antes del descanso, amarilla para Huijsen por una dura entrada en el centro del campo.
NI JUEGO, NI RESULTADO
La segunda parte arrancó igual que la primera, con todo el Liverpool presionando en campo rival, teniendo hasta tres ocasiones consecutivas de cabeza que venían de córner. De las tres, dos de ellas fueron entre los tres palos y Thibaut se encargó de mantener el marcador a cero.
Cruzada la hora de partido, llegó la tarjeta amarilla para Bellingham. Parecía intrascendente, pero para nada fue así. Falta a favor del Liverpool, que tras un centro medido de Szoboszlai, Mac Allister remataría a la perfeccion dentro del área pequeña para poner el primero del partido.
Xabi Alonso, ante la pobre reacción del conjunto merengue tras el gol recibido, decidió mover el banquillo. Rodrygo al campo como recambio de Camavinga por la banda derecha. Este movimiento mejoró a los blancos, y como consecuencia, Arne Slot no se iba a quedar atrás y daría entrada a Curtis Jones y a Cody Gakpo.
Con apenas 10 minutos de juego restantes, Xabi Alonso devolvió al césped de Anfield a Trent Alexander-Arnold, que le cayó una sonora pitada por parte de su ex afición.
Ni con esas, el Real Madrid fue capaz de lograr ni un empate ante todo un Liverpool. Primera derrota en Champions y ya pensando en el Rayo Vallecano.