Real Madrid - Barcelona | Koeman se queda solo: la reacción de la prensa catalana tras el clásico

Por primera vez en mucho tiempo, se abstuvieron de absurdas protestas
11.04.2021 11:18 de Daniel Cayetano Twitter:    ver lecturas
Ronald Koeman, FC Barcelona
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Ronald Koeman, FC Barcelona
© foto de Daniele Buffa/Image Sport

El Real Madrid ganó con merecimiento al FC Barcelona en el último clásico de liga, pese a que Ronald Koeman trate de ocultar el mal resultado de su equipo con absurdas protestas. El holandés se quejó airadamente y con muy malas formas del tiempo añadido (cuatro minutos) y de un penalti inexistente de Mendy sobre Braithwaite, tratando de culpar a los árbitros, una vez más, de su derrota frente a los blancos. Lejos de admitir sus errores y del baño táctico que le dio Zidane, el técnico culé echó balones fuera mediante la estrategia de las protestas disparatadas que ya no se cree nadie. Ni siquiera, el sector más forofo de la prensa azulgrana.

La reacción de la prensa catalana tras el Real Madrid - Barcelona

Con el titular "Vaya palo" en sus portadas, en relación a la derrota, amanecen hoy tanto el diario Sport como Mundo Deportivo. En ninguna de sus líneas se lee ni tan siquiera una queja por Gil Manzano. Pero no son los únicos. En RAC1, la radio catalana, comenzaron a tildar de "sinvergüenza" al árbitro y a reclamar que era un penalti clarísimo justo en el momento de la acción. Sin embargo, tras ver las repeticiones, todos los comentaristas coincidieron en que no era penalti el toquecito en la mano de Mendy sobre Braithwaite. Y aún hay más, hasta Cristóbal Soria, antimadridista absoluto, reconoció en el programa de El Chiringuito de Jugones que el colegiado acertó en su decisión: "No es penalti. Si al Madrid le pitan ese penalti, a mí me meten preso", comentó el tertuliano. Koeman se ha quedado solo. Lanzó la piedra y nadie se puso a su lado. El holandés ha quedado retratado, ya nadie le sigue el juego. Nadie se cree su burda estrategia de echar balones fuera, sin hacer autocrítica, y culpar a los árbitros de sus derrotas en los clásicos.