Perdida la batalla, queda la guerra
Habrá cuarto partido. El Real Madrid ha caído derrotado ante el Olympiacos en un duelo digno de esta competición. La dureza griega fue suficiente para frenar a un Real Madrid algo oxidado en defensa. [Narración y comentarios en directo]
Olympiacos impone su ley
Era más que sabido la encerrona que iba a preparar Olympiacos para el tercer partido de la serie. Un campo a reventar y un nivel de intensidad que sobrepasaba lo natural iba dar la primera ventaja al conjunto heleno. En lo que a nombres propios se refiere, Dunston con 11 puntos en el primer cuarto, hacía suya la pintura ante un Bourousis que no era capaz de ganarle la posición en la zona. Spanoulis estaba más ocupado de dirigir que de anotar y era respondido por Rudy y Llull en el cuadro madridista.
Rudy demostraba cada vez que el balón le llegaba a las manos que este tipo de partidos son los que le motivan y donde siempre muestra su clase. A base de canastas imposibles mantenía con cierta vida a un Madrid que caía una y otra vez en la trampa defensiva de los griegos.
Ocho puntos abajo entró el conjunto de Laso al segundo periodo, pero al inicio de este la diferencia iba a aumentar. Lojeski y Dunston seguían siendo los principales artífices del buen hacer ofensivo de los griegos, mientras que el Madrid daba el testigo interior a Mejri en primera instancia y a Slaughter después. Aunque el cambio en la pintura hizo que la producción del Olympiacos en la zona disminuyese, en ataque el Madrid no encontraba el camino.
Olympiacos lograba ponerse 13 puntos por encima en el marcador, en parte gracias a las tendenciosas decisiones de un trío arbitral que siempre se decantaba para el lado heleno. Pero en ese momento y gracias a un Felipe Reyes sobresaliente en cuanto a la entrega, los blancos lograban minimizar daños y se marchaban al descanso siete puntos por debajo en el marcador.
Gran arranque de los blancos
Tras el paso por vestuarios el Real Madrid comenzó enchufadísimo, sin acercarse excesivamente en el marcador, pero dando una imagen en ataque tremenda. Rudy volvía a ser el principal artífice, pero la defensa de los blancos no permitía igualar el marcador. A dos puntos logró ponerse el cuadro de Laso de un Olympiacos que seguía repartiendo como norma general.
En el momento clave, al Madrid le entró el vertígo y los balones no llegaron a Rudy como al comienzo del periodo. A esto hay que sumarle una técnica señalada a un Rudy que no paró de recibir palos sin posibilidad de reprimenda. Ahí hizo brecha Olympiacos y volvió a reaparecer la ventaja del segundo periodo entrando en los minutos finales de partido con un ocho arriba para los helenos.
Último cuarto de infarto
El destino se empeñó entonces en que ambos equipos sufrieran una crisis anotadora. Ni blancos ni griegos conseguían anotar, si bien es cierto que toda opción era excesivamente arriesgada. Poco a poco el Madrid aclaraba las ideas y Olympiacos seguía obcecado en el plano anotador. A falta de cuatro minutos para el final y con los nervios a flor de piel el Madrid lograba ponerse a uno gracias a un parcial de 3-9.
La defensa merengue seguía intensificándose y la grada del Pireo no alentaba como al comienzo. En esa el Madrid entendió lo que el partido venía pididendo, penetraciones a mansalva y así logró ponerse por delante en el marcador a falta de 40 segundos para el final. En la última posesión para Olympiacos, un desbarajuste en la defensa blanca permitía a Printezis lanzar un triple que no iba a fallar.
21 segundos le quedaba al Madrid para remontar. Los tiros libres entraban en escena por una falta tremenda de Petway. Felipe anotó el primero y falló el segundo. Rudy hizo falta entonces a un Petway acongojado que falló los dos tiros libres. Los blancos capturaron el rebote y Sergio Rodríguez forzaba una penetración que le mandaba a la linea de personal. El tinerfeño anotaba sólo el primero, que servía para empatar el partido. Diez segundos le quedaban entonces a Olympiacos. El Madrid no dejó que el tiempo corriese e hizo falta a un Sloukas que anotó los dos tiros libres. Los de Bartzokas tenían clara la premisa: Falta y a rezar. Ambas les salieron a pedir de bocas. Personal sobre Llull que falló los dos tiros libres.
Con esa acción se pusó el punto y final a un partido que en todo momento estuvo disputado por un Real Madrid que tuvo que remar a contra corriente una y otra vez. El cuarto partido será el miércoles 23 a las 20:45 horas. Misma hora y día que el duelo entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich.
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