Jaime Romero se hace con el puesto
Jaime Romero fue uno de los grandes fichajes del Real Madrid Castilla de cara a la presente temporada. El conjunto blanco se hizo con la cesión del extremo del Udinese, un jugador que la campaña pasada militó en la filas del Granada, con el que disputó once encuentros en la Liga BBVA. Todo un refuerzo de lujo para un filial como el madridista, que necesitaba calidad y experiencia.
Sin embargo, su inicio el Castilla no fue del todo bueno. El jugador de 23 años tuvo desde el principio la confianza de Toril, pero no era capaz de corresponderle con buenas actuaciones. Jaime no encontró su juego y acabaría por perder la titularidad. Una titularidad que recuperaría frente al Lugo para liderar la primera victoria del año. Continuó en el once en las derrotas frente a Recreativo y Mallorca.
Un inicio gris
Los primeros partidos de Jaime no estuvieron al nivel esperado. El ex del Granada apenas desbordaba y tampoco generaba ocasiones de gol, algo que le costó las primeras críticas de la afición. Por detrás, Burgui venía pisando fuerte, tanto que llegó a adelantarle en las rotaciones del equipo como bien demuestran los números: de los 239 minutos disputados en sus primeros tres partidos pasó a 64 en los tres siguientes, quedándose sin jugar en el 'Miniclásico'.
El héroe del primer triunfo
Pero todo cambiaría en la jornada 8, cuando el Lugo visitaba Valdebebas en el que sería el primer triunfo de los de Toril. Un triunfo que estuvo dirigido por Jaime Romero, que anotó el primer gol y daría la asistencia del segundo. El extremo asombró a la parroquia castillista con su velocidad, desborde y potente disparo. Todo ello quedó resumido a la perfección en el tanto que abrió la victoria. Era otro Jaime.
Un Jaime que volvió a mostrar su mejor versión en el siguiente encuentro, en el que volvería a partir desde el once titular por segundo partido consecutivo tras su gran actuación. Y frente al Recre no se quedó atrás. El '20' del Castilla a punto estuvo de volver a ver puerta, algo que no pudo hacer por culpa del travesaño, que evitó que su obús adelantara al Castilla. Además, volvió a tener el gol en sus botas en varias ocasiones, cuando, desde el costado izquierdo, encaraba la meta rival, pero no hubo suerte. Sin embargo, no pudo mantener el nivel en el Iberostar donde Jaime se mostró gris, al igual que todos sun comapañeros.
Es un jugador vital
A buen seguro que Toril celebra el rendimiento general de Jaime en los últimos partidos de la temporada. El extremo aúna ciertas cualidades que no tiene la gran mayoría de jugadores castillistas: veteranía y experiencia. Dos aspectos que van ser claves para que el equipo remonte y consiga a salir a flote. Con Jaime al nivel de los encuentros frente a Lugo y Recreativo, seguro que será más fácil.